Ponentes. Ana Montserrat es directora del programa de ciencia "Tres14", Joan Úbeda es productor de Mediapro y Josep Maria Comelles es antropólogo y profesor de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. - Javier

TW
0

Muchas personas no logran recordar el nombre de su médico de cabecera o su especialista pero reconocen claramente a House o Vilches, para citar algunos de los personajes principales de series de televisión sobre medicina y que gozan de un gran apoyo de la audiencia.

Proliferan este tipo de apuestas cargadas de ciencia ficción y que aspiran a reflejar la realidad. "Hospital Central", "Urgencias", "Anatomía de Grey" o "House" son algunas de estas series de temática sanitaria que han triunfado en la pequeña pantalla. Pero, ¿consiguen reflejar esta realidad? ¿Lanzan un mensaje claro sobre el sistema sanitario? ¿Alimentan la demanda por estudiar medicina? Estas y muchas otras son las cuestiones que estos días unos 45 expertos analizan en el marco de la Escuela Europea de Primavera de Historia de la Ciencia y la Divulgación.

El productor de Mediapro, Joan Úbeda, es claro al asegurar que estas series médicas buscan en primera instancia el aplauso de la audiencia y su entretenimiento.

Es, por tanto, un efecto colateral que este producto consiga educar a la población en temas de salud. Esto ocurre exactamente igual con las series policíacas o de abogados, por ejemplo, donde "mandan los mecanismos de las series de ficción y televisión". Úbeda indica que la Escuela de Primavera pretende abordar, tanto desde el punto de vista académico como el profesional, qué maneras son las más efectivas para comunicar el conocimiento científico a un público que no tiene porqué tener conocimientos sobre el tema. "Buscamos las estrategias narrativas más idóneas para que la ciencia llegue a un público más amplio y para que la gente entienda el rol de los científicos en la sociedad actual", agrega. Algunas son más verosímiles que otras, pero todas son ciencia ficción.

Asimismo, informa que en televisión manda la oferta y es ésta la que crea la demanda y no al revés. Por su parte, la directora del programa de ciencia "Tres14" de La 2 de Televisión Española, Ana Montserrat, asegura que la ficción no es nunca un instrumento de divulgación científica. "A veces los programas de divulgación utilizan la ficción, pero no sirve al revés", agrega. Asimismo, apunta que las relaciones entre ciencia y televisión son "muy difíciles" pero han mejorado muchísimo. Además, desvela que estas series mantienen unas tramas calcadas. Siempre incrustan la parte profesional en la personal. Son, según Montserrat, "culebrones ilustrados" para captar audiencia.

Josep Maria Comelles, antropólogo y profesor de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona y coordinador del doctorado en Antropología y Comunicación de la misma universidad, también abordó una ponencia sobre el rol de la ciencia en la televisión y remarcó que el debate sobre cómo afectan estas series al bien o al mal de la salud de los espectadores "no está resuelto". No obstante, "parece que daño no hacen, pero tampoco está claro que el resultado final sea el que se espera sobre papel".

Comelles también desvela que en la serie "House" no existen enfermeras. ¿Por qué? Porque lo que interesa y capta la atención del espectador en este serial no es otra cosa que la fórmula mediante la que los médicos desarrollan y dan con el diagnóstico. Lo demás no interesa. Considera que el personaje no sigue los patrones de Sherlock Holmes sino de Charlie Chan, un detective de los años 30 que ni tan siquiera se desplazaba hasta el punto del siniestro.

Asimismo, estos expertos no dudan en remarcar que las series son útiles para enseñar a los estudiantes ética médica, es decir, cómo actuar o cómo no hacerlo. Y coinciden en apuntar que las series de ciencia ficción alimentan, sin margen de duda, la demanda por estudiar medicina. Generan vocaciones, muchas veces erróneas. Se percibe principalmente en criminología, más incluso que en medicina.

Documentales
Esta línea de producción es otro de los aspectos a analizar en esta Escuela de Primavera que concluye hoy. Joan Úbeda indica que los documentales de ciencia siempre se plantean como "algo cerrado" puesto que es "imposible" filmar ciencia tal y como se desarrolla en la realidad. "Nadie lo entendería, no percibiríamos ninguna diferencia porque no es explicativo". Es por ello que "generalmente se produce a posteriori".