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Autofitxa
Me llamo sor Josefina Pérez. Tengo 74 años y llevo prácticamente toda la vida en la Isla como religiosa. Vine en el 1961 y hasta ahora. He trabajado de maestra en el Colegio San José de Maó aunque ya estoy jubilada. Soy una de las responsables del taller de costura que se desarrolla en el centro desde hace ya una docena de años.

¿Cuándo nace este taller de costura?
Tuvo sus comienzos hace unos doce años impulsado por sor Elia a raíz de su jubilación como maestra. A ella me sumé yo por la misma razón. Pero realmente, quienes hacen el grupo son las participantes. Es un grupo abierto que, además de sus labores domésticas, llena este tiempo de ocio de ricas experiencias. Se ayudan, se orientan las unas a las otras, se escuchan y lo celebran todo.

¿Y quién conforma este grupo de grandes artistas en el arte de bordar?
Son un grupo de madres, abuelas de exalumnos y alumnos pero también está abierto a cualquier aficionada que desee compartir su tiempo libre con otras personas.

Son unas labores que tienen su lado misionero, ¿verdad?
Así es. Algunas labores se venden por encargo y con el donativo que se recauda se procura que otros puedan tener pan, agua, conocer los valores humanos y cristianos que sustentan nuestra existencia.

¿Qué tipo de labores se hacen en este taller?
Hacemos desde punto de cruz, punto yugoslavo, punto palestina, mallorquín, bordados y labores de lagartera, ya sea abierta como también cerrada, entre otros. Estas piezas son, en la mayoría de los casos, como perlas preciosas en días de fiesta en la mesa familiar, en cualquier rincón de su casa o un recuerdo en la historia familiar.

Esta semana concluyó la muestra de las creaciones que han elaborado en el taller. ¿Cómo ha respondido la gente?
La gente se ha mostrado muy admirada por la cantidad y la calidad de las piezas. Porque no solo es que haya mucha variedad sino que además destaca por lo bien que están hechas. Todo está muy fino. Lo que se ha vendido durante esta semana de exposición se destina a ayudar al Hogar San José en Honduras, para que tengan una ayuda para alimentación e higiene.

¿Y cuál era el objetivo de la muestra?
Dar a conocer este arte, ofrecer la oportunidad a las señoras que cosen a que enseñen todo el trabajo y también poder recaudar dinero. Esta muestra permite contemplar una gran variedad de estilos y colorido así como una gran creatividad y laboriosidad de las artistas. Lo cierto que es este tipo de labores está un poco olvidado, un poco en desuso y hay que enseñar lo bello que es.