El ‘Cercle’ reclama la Ley de Transparencia

La entidad ha publicado una nota en la que se posiciona en relación al "papel que corresponde a la sociedad civil" en la actualidad, partiendo del origen de la crisis. "No supimos reaccionar ante el reto de los países emergentes y, en lugar de transformar nuestras estructuras para ganar en competitividad, nos aferramos a la expansión ilusoria que solo fue posible gracias a un endeudamiento tan gigantesco como irracional". Una autocrítica económica general que se acompaña de la "gestión económica desastrosa" que hubo con anterioridad al 2007, y que vino acompañada también de la corrupción.

El Cercle d'Economia reconoce que la caída de la actividad económica y de la recaudación fiscal ha llevado a unos recortes "inevitables", pero que ha sido una "medicina que sólo ha evitado que el enfermo fallezca". Así, "hay que entender que nuestro estado del bienestar ya no será como antes y que habrá que hacer un gran esfuerzo político y social para redistribuir unos recursos disminuidos con la máxima justicia social y atendiendo, en primer lugar, a los más desfavorecidos".

Reacción necesaria
"No podemos resignarnos, es preciso reaccionar", espeta en su nota el Cercle d'Economia, que apuesta por crear puestos de trabajo de calidad, "exactamente lo contrario a lo que se ha hecho la última década" en sectores como la construcción o los servicios de bajo valor añadido. Así, apuntan que hay que remediar la fuga de cerebros que con "gran esfuerzo ha financiado" el Estado, para crear oportunidades para estos jóvenes con "excelente formación".

A nivel político, el Cercle d'Economia cree que el "creciente descontento" que hay en la sociedad, el rechazo al bipartidismo y el "riesgo" de que surja un "neopopulismo", exigen una "gran transformación" del sistema. Y es que "no puede dejarse la dirección política en manos de quienes la han desvirtuado utilizándola en beneficio propio, obviando el fin superior de servicio a la ciudadanía".

El colectivo que suscribe el texto echa en falta que "todavía no nos hayamos dotado de una ley de transparencia", así como también que no exista democracia interna en los partidos. De este modo, la política "se ha convertido en un cáncer que debilita la democracia y fortalece la maquinaria de los partidos". Igualmente, el Cercle d'Economia reclama una nueva ley electoral, con un sistema de listas abiertas y una democracia que realmente dé cuentas de como se gasta el dinero público, pudiéndose reclamar responsabilidades cuando existan "conductas irresponsables".

Autonomías
"La cuestión territorial es una prioridad ineludible", sobre todo para evitar los radicalismos y el riesgo de llegar a la ruptura de España. Así, el Cercle cree que deben abrirse vías de diálogo, contemplando incluso cambios en la Constitución, garantizando un reparto justo de los recursos entre comunidades autónomas y municipios, y para que cada región se sienta parte del país, gracias al respeto a la diversidad de culturas y lenguas.

Educación y sanidad
Un pacto nacional y una ley de educación estable es una de las peticiones que "la sociedad reclama", para acabar con el "constante vaivén legislativo al albur del color político gobernante en cada momento". Así, El Cercle d'Economia apuesta por unos jóvenes interesados por el conocimiento, críticos, responsables e íntegros, que tengan oportunidades gracias a una mejor conexión entre el ámbito educativo y el empresarial. Algo que precisa también de una apuesta por la investigación y la innovación.

Mientras, en cuanto a sanidad, el Cercle d'Economia cree que deben buscarse nuevas fórmulas que permitan garantizar su universalidad, con criterios de justicia social pero garantizando su viabilidad. Para ello, el "copago de ciertos servicios para los que más tienen" sería una posible medida.

Justicia y medios
La lentitud de la justicia y las interferencias entre los poderes judicial, legislativo y ejecutivo son factores a corregir, pues debe quedar garantizada la independencia de los jueces. Por último, al Cercle le preocupa la mediatización y la pérdida de credibilidad y veracidad de unos medios de comunicación abocados a lo digital, lo cual obliga al ciudadano a estar "preparado para discernir la masiva información que recibe".