Excursiones. La norma vigente obliga a contar con un guía oficial en las visitas a yacimientos, santuarios y cuevas, entre otros espacios - Archivo

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Un año más y la misma problemática. Los guías turísticos ya ni dudan en ponerle el calificativo de "endémica". Incluso, aseguran, ésta "se va agravando" con el paso del tiempo. Tanto que algunos de estos profesionales temen no poder trabajar en plena temporada. ¿Por qué? Según explican algunos de ellos, en el origen del problema se encuentran "las prácticas mafiosas" que aplican algunas agencias receptivas y touroperadores y el escaso control que sobre éstas ejerce la administración competente; en este caso, el Consell.

"Seguimos igual o peor que en años anteriores, la situación es realmente desesperante". Los guías consultados, que prefieren guardar el anonimato, no titubean cuando hacen este tipo de afirmaciones. Tampoco cuando denuncian abiertamente "la ambigüedad de los diferentes partidos políticos a la hora de aplicar la ley". En su opinión, nadie vela por la aplicación de la normativa. "Hay un marco legal, que lo respeten", puntualizan.

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