Tur. El secretario general del PSOE repasa los dos años de gobiernos del PP y el papel de su partido - Archivo

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De sus 34 años, Vicenç Tur Martí ha pasado muchos ligados a la política. Fue director insular, alcalde de Maó y desde marzo del año pasado, secretario general del PSOE de Menorca. En su día personificó el ascenso del llamado sector crítico dentro del partido, y fue de los pocos de esta corriente que consiguió auparse a lo más alto. Prometió cambiar al PSOE, empezando por las agrupaciones locales, y rompiendo la tendencia de muchos años, dirige el partido sin estar ni en el Consell ni en el Parlament. Como máximo responsable del principal grupo de la oposición en Menorca, pasa balance de los dos años de gobierno del Partido Popular.

Empecemos por lo fácil. Valóreme los dos años de gobiernos del PP en las instituciones de Balears.
Han sido dos años de pasos atrás. Se han perdido muchas de las conquistas y se han roto muchos de los consensos. En estos dos años hemos vuelto muchos años atrás, y el miedo es que nos vuelva a costar muchísimo recuperar los modelos que habían dado buenos resultados. Menorca ha perdido peso institucional y sobre todo cohesión social. Además, el PP se había presentado diciendo que salvaría la difícil situación económica y pese a la hipotética mejora que representan los datos del paro, que realmente no es tal, la situación económica ha ido a peor.

En estos dos años, el PSOE menorquín ha perdido de manera contundente las elecciones, ha vivido un proceso de cambio de liderazgo tras un congreso bastante ajustado... ¿El PSOE de Menorca ha encontrado ya su sitio?
En estos momentos lo estamos encontrando. Tras nuestra peor derrota electoral y la victoria más abultada que un partido había tenido nunca en Menorca, nuestro primer año fue de reubicación. Teníamos que recuperar la credibilidad perdida, y esto cuesta mucho. En política, un año es muy poco, y debíamos resituarnos internamente. En este segundo año que ahora estamos acabando nos tocaba empezar a recuperar la iniciativa, pero lo digo claro, empezar a hacerlo. A partir de ahora es cuando debe comenzar a verse el liderazgo en iniciativas políticas. Ahora es cuando replanteamos el contacto con la gente a quien no escucha el PP y que nos quiere volver a ver como interlocutores válidos.

¿El primer año tras la derrota no fueron ustedes interlocutores válidos?
No, no lo fuimos, porque primero nos teníamos que resituar.

Es decir, ¿durante este año no podían escuchar a la gente de fuera porque tenían su casa sin barrer?
En paralelo estábamos escuchando a la gente, y lo demuestran las iniciativas que presentamos, sobre todo en el Consell. Nunca hemos dejado de plantear alternativas, en este último año de forma brutal. Hemos optado por el rigor, no por la polémica. Para ser escuchados por la ciudadanía, nosotros debíamos recuperar la credibilidad perdida.

¿La han recuperado?
Estamos en proceso de recuperarla. Por nuestro trabajo de plantear alternativas, y también porque quien había votado al PP ha quedado tan frustrado que necesita una fuerza mínimamente creíble de quien sepan que no les miente. Esto es lo que debemos recuperar. Conectarnos desde la sinceridad y la prudencia, no vendiendo motos como hizo el PP.

¿Han hecho ustedes una oposición suficientemente contundente?
Hemos presentado alternativas en todos los ámbitos. Si contundencia significa más sangre, ésta no ha sido nuestra línea, y ha sido por decisión propia. Por encima de todo queríamos plantear alternativas que defendieran a la gente que lo pasa peor.

¿Sus alternativas han sido escuchadas?
Medianamente. Algunas han sido aprobadas por unanimidad, pero después, por parte del PP, han quedado dentro de un cajón. Seguiremos insistiendo, porque hemos visto como el Consell perdía mucho peso institucional.

Uno de los caballos de batalla durante estos dos años en el Consell ha sido el modelo territorial. El PP lo planteó como uno de sus ejes de gobierno.
Veo este proceso con gran preocupación. Ellos vendieron y muchos votantes compraron el mensaje de que el PTI era el principal obstáculo para el crecimiento económico de Menorca. Solamente lo dijeron para ganar unas elecciones, porque los propios sectores profesionales ligados al territorio dicen que el PTI no es un problema. El PP quiere volver a sustentar el crecimiento sobre un único puntal, el desarrollo territorial. Esto se contradice totalmente con el modelo que dice querer vender, el de la sostenibilidad y la Reserva de la Biosfera. Es cierto que deberíamos ser más ágiles en algunas cuestiones, y por eso nunca nos hemos cerrado a posibles mejoras del PTI, pero a día de hoy tenemos un desconocimiento absoluto de lo que prepara el PP. A día de hoy no tenemos ni revisión del PTI ni Norma Territorial Transitoria, porque con este tema han querido abrir todos los melones que estaban cerrados, algunos por acuerdo y otros porque no suponían ningún conflicto.

El caso de Cesgarden sí ha supuesto un conflicto. ¿Hace usted alguna autocrítica en este tema?
Ha habido unas 50 sentencias sobre el PTI, y solamente una de ellas ha sido contraria. Y se ha perdido por cuestión de formas, no por cuestionamiento del modelo territorial. Volvería a tomar la misma decisión en este tema.

¿Aún sabiendo que luego va a costar más de 20 millones de euros de indemnización?
Cesgarden no debe ser una excusa para cuestionar el modelo territorial que en todos los casos restantes ha salido bien. ¿En algún otro lugar se discute todo un modelo territorial por una sentencia contraria?

El modelo puede no ser un problema, pero el caso de Cesgarden sí lo es para la institución, que debe afrontar una indemnización millonaria.
Claro que lo es, y por eso hemos pedido que este caso se separe de la Norma Territorial para acordar una solución puntual. Pero esto no puede servir de excusa para romper el modelo territorial del que nos habíamos dotado todos los menorquines. Si hablamos de Cesgarden, hablamos de Cesgarden, no de modelo territorial.

Usted es secretario general del PSOE de Menorca, pero no está en la máxima institución de Menorca, el Consell. ¿Eso tiene sentido?
Siempre defendimos que no era necesario que un secretario general tuviera la representación en las administraciones. Tengo absoluta confianza en el trabajo realizado por el grupo de consellers socialistas, y además llevamos a cabo una intensa labor para conseguir una gran coordinación con el partido y el resto de administraciones. El paso más importante que hemos dado es que las líneas políticas que se siguen por parte de nuestros representantes en el Consell tienen reflejo después en mociones y propuestas en los ayuntamientos. Joan Marquès hace un trabajo espléndido, de manera rigurosa y tranquila, pero con una gran labor de presentación de alternativas.

¿El PSOE perdió peso en el Consell cuando Marc Pons dejó de ser su portavoz y tuvieron que improvisar un nuevo líder?
El proceso congresual derivó en la decisión personal de Marc Pons de renunciar a su puesto en el Consell. Si la estructura de partido funciona, no hay problema con el portavoz, porque las decisiones se pactan dentro del partido. Además, Joan Marquès ha ejercido un gran papel. Quizás no practicando un discurso polémico ni mediático, pero sí de manera didáctica y presentado multitud de alternativas.

Pero para llegar a la gente a veces hace falta algo más de polémica, un discurso más contundente...
Es cierto, pero para eso está la estructura de partido. Durante muchos años han estado unidos los cargos institucionales con los de partido, pero nuestra estructura también puede funcionar bien.

Cuando usted fue elegido secretario general, consiguiendo que el sector que en otros lugares no había triunfado aquí sí lo hiciera, parecía que cambiarían muchas cosas en el partido. Un año y poco después, no sé si han cambiado tantas cosas.
Las cosas van cambiando muy poco a poco, porque los cambios van más lentos de lo que yo quisiera. Uno de los instrumentos para ganar credibilidad era mejorar las estructuras más próximas a los ciudadanos, es decir, las agrupaciones locales. El 80 por ciento de la labor de este año ha sido reforzar los grupos municipales.

¿Y esto cómo se hace?
Venimos de derrotas importantes, y en algunos puntos hemos afrontado prácticamente la reconstrucción de los grupos municipales. Las agrupaciones deben saber que tienen una estructura detrás que les ayuda en sus tareas. Por ejemplo, en grupos unipersonales como pasa en Ferreries. La concejal necesita apoyo claro para defender los intereses de su municipio y también los intereses progresistas de Menorca en Ferreries. En Es Castell hemos conseguido una unión buenísima entre la portavoz y la secretaria general. Necesitaban herramientas para hacer su labor, y como ellos, otros municipios. Esto hace que los grupos municipales se sientan con ganas de defender los intereses de su municipio y los valores progresistas.

¿Esto no sucedía antes?
Sí, siempre ha pasado, pero teníamos mucho peso de gobierno y las estructuras de partido se habían debilitado. Ahora solamente nos queda la estructura de partido, y debe ser ésta la que nos sirva para recuperar la credibilidad.

¿Y cree que la ciudadanía ya les puede ver como una alternativa?
Creo que sí, aunque con ciertas dificultades, porque a nivel federal aún tenemos una situación difícil. Seremos definitivamente alternativa si en este año seguimos haciendo propuestas en defensa de la gente, y, sobre todo, si el PP sigue con esta destrucción masiva de todas las conquistas sociales.

Por lo tanto, ¿que ustedes sean alternativa depende de lo que haga el PP?
Es evidente. A nosotros nos pasaron factura algunas decisiones que tomamos, sobre todo las de mayo de 2010. El PP no puede quedar impune ante decisiones tan importantes como destruir el sistema de salud universal, introducir la polémica en el sistema educativo, destrozar la Ley de Dependencia o volver a abrir el modelo territorial en Menorca y romper la cohesión social.

Pero además de que la gente se desencante del PP, deberá encantarse con ustedes, pues no son ustedes los únicos en el panorama político además del PP.
Aquí es donde jugamos nosotros, demostrando que nuestras alternativas y valores también son los de los ciudadanos.

El bipartidismo se hunde...
Debemos refundar las formas internas del partido. El PSOE está haciendo pasos importantes, pero como aún no somos totalmente creíbles como partido, la gente no nos escucha suficientemente. Aunque se ha avanzado mucho en temas como las primarias abiertas para elegir candidato o la transparencia, hay que dar pasos más valientes en temas de limitación de mandatos, de transparencia de la actividad pública de los representantes...

¿El PSOE a nivel de España está haciendo estos cambios al ritmo que debería?
No, sin duda que no. Deberíamos acelerar el proceso, y por eso en estructuras más manejables como lo es el partido en Menorca debemos pegar un acelerón. Tenemos que ir por delante del partido, y lo estamos haciendo.

¿Ahora mismo el PSOE a nivel de España tiene un líder sólido?
La militancia socialista tiene ganas de tener un líder más sólido. Hay que abrir procesos de mucha más participación para elegir al líder, y hay que hacerlo pronto.

¿Hay que relevar a Rubalcaba?
No sé si es necesario o no un congreso, pero está claro que los tiempos han cambiado. Rubalcaba ha sido uno de los mejores ministros de la democracia, pero lo ha sido desde los primeros gobiernos socialistas de Felipe González. La gente quiere una persona que generacionalmente esté acorde con los nuevos proyectos. Por lo tanto, hace falta un relevo generacional.

A la hora de escoger el candidato a la presidencia del Gobierno, ¿usted tiene algún preferido?
A nivel personal, creo que Carme Chacón sigue siendo un valor a pesar de los errores de los últimos meses. Pero también creo que Eduardo Madina empieza a reunir muchos valores para ser un buen líder. Pero hablo como militante. Como secretario general del PSOE de Menorca daré las máximas facilidades para que la gente opine libremente cuando se abra el proceso.

¿En Menorca los candidatos del PSOE a las próximas elecciones también se escogerán a través de primarias?
Sería muy aconsejable en todos los niveles en que sea posible. La gente que ya está trabajando en los diferentes municipios debe poder opinar sobre quién es el líder que más se aproxima a sus valores.

¿Y usted será candidato?
Ahora me toca defender los intereses socialistas en el Ayuntamiento de Maó, y trabajaré mucho para que internamente el partido esté preparado para ganar en las máximas administraciones posibles.

Precisamente en Maó plantea ahora 112 preguntas a la alcaldesa. ¡Casi nada!
Quisieron que tuviéramos poco tiempo para preparar la comparecencia, pero nos encerramos a repasar todos los dos años de gobierno de Reynés y nos paramos en las 112 preguntas.

Más próximas que las elecciones al Consell, al Ayuntamiento de Maó o al Govern balear están las europeas. Unos comicios que, parece, siguen sin despertar el interés de los ciudadanos.
La gente no quiere saber nada de Europa, pero a la vez sabe que son los que mandan en toda la escala institucional. Tenemos que hacer ver que Europa decide mucho. Y a la gente que dice que Europa nos hace daño hay que hacerle entender que no es Europa la que nos daña, sino la élite política europea, que mayoritariamente es conservadora. Por lo tanto, hay que cambiar la frase de 'Europa nos hace daño' por la de 'El PP europeo nos hace daño'. Hay otra manera de funcionar en Europa, y pasa por una mayoría diferente a la conservadora. Es muy complicado, porque los partidos socialistas europeos no pasan por un buen momento. Esto puede llevar a una fragmentación del voto, tanto el de izquierda como el de derecha.

Volvamos a Menorca. ¿Cree que aquí sería posible un gobierno de izquierdas solo con el PSOE? ¿Es su objetivo?
El objetivo es recuperar la confianza de sectores progresistas, unir todos estos esfuerzos.

¿Devolver al PSOE a la izquierda?
El error del PSOE en mayo de 2010 fue que la gente entendía que la decisión que se adoptó iba en contra de los valores que había votado. Zapatero actuó como pudo, mucho mejor de lo que lo está haciendo ahora Rajoy, pero creo que en ese momento, el mayo de 2010, debía haberse pensado que la decisión era del pueblo y el pueblo debería haber votado un nuevo Parlamento para adoptar decisiones de tanto calado.

En su proyecto de cambio en el PSOE de Menorca, ¿qué le queda por cambiar?
Queda mucho por hacer. Hay que seguir dando solidez a las agrupaciones locales, también pensando en los equipos que serán las candidaturas del futuro. Habrá pueblos en los que no solamente debemos ser PSOE. Habrá municipios en que deberemos plantear que para hacer frente a la derecha deberemos ser muchos más que PSOE. Unir esfuerzos de gente progresista de pueblo.

¿Habla usted de coaliciones electorales o de pactos posteriores?
De todo. No quiero que nos cerremos ni descartemos ninguna propuesta ni escenario. El objetivo principal es que el PP no se consolide en las instituciones. En cuatro años han hecho un destrozo que quizás nos costará veinte años recuperar, pero si el PP está ocho años gobernando, no hay recuperación posible del entramado institucional y social que hemos conseguido en estos treinta años. El objetivo es que el PP no siga gobernando en la mayoría de instituciones.