Lithica. El festival vuelve a las canteras para proyectar la obra maestra de Federico Fellini, "La dolce vita" - Archivo

TW
0

Doce jóvenes empezaron ayer a trabajar en la elaboración de su primer cortometraje. La historia no puede ser más actual. Una niña debe dejar Menorca porque sus padres abandonan la Isla para irse a trabajar a otro lado.

Traducir esta trama al lenguaje cinematográfico es lo que aprenderán los doce participantes en el workshop del Festival de Cinema Mediterrani de Menorca (Mèdit), que este año vivirá su quinta edición y la última en Ciutadella.

Así lo anunciaron ayer sus organizadores. El festival quiere crecer, y Ciutadella se les ha quedado pequeño. "Necesitamos infraestructuras mucho más importantes, porque cada vez tenemos más secciones, más películas y más proyecciones", comenta Inés Garrell, directora de producción de Mèdit.

A día de hoy no se sabe dónde va a recalar el próximo año este certamen. "Quizás se mantenga en Menorca, pero también cabe la posibilidad de que deje la Isla. Cuando acabe el festival, nos pondremos a trabajar en este tema", apunta Garrell.

Con el futuro sin definir, de momento toca vivir el presente, y esto significa la edición de este año, con una novedad importante. Por primera vez, Mèdit organiza un concurso de cortometrajes. 30 creaciones de diferentes países bañados por el Mediterráneo participan en un certamen en el que habrá dos premios. Uno, dotado con 400 euros, el que decidirá el jurado, formado por Àngels Gonyalons, Anna Petrus, Macià Florit y Kiko Cardona.

El otro premio será escogido por el público que asista a las proyecciones, que con su voto podrá encumbrar a su obra preferida y además participará en el sorteo de productos de empresas menorquinas.

Otra novedad de esta quinta edición es la introducción de una sección para jóvenes. Será un espacio destinado a un público de más edad que el que disfruta del Mèdit-Fillets, pero más joven que el público adulto. Durante 80 minutos se proyectarán diversos cotrometrajes destinados a estos espectadores adolescentes en la Iglesia del Socors de Ciutadella.

Existen otros dos cambios destacables en esta edición de Mèdit que ya habían sido adelantados por este periódico. Una es el cobro de una entrada para asistir a las proyecciones. "Es un precio que todos pueden pagar, y que además incluye en la mayoría de casos una consumición gratuita", apunta Inés Garrell. Además, para aquellos que quieran asistir a varias sesiones está disponible un bono por 10 euros que permite el acceso a todos los pases.

La otra novedad es el cambio de ubicación del festival. Ante la imposibilidad de volver a utilizar la Plaça de la Catedral, Mèdit opta como sede central por el Claustre del Seminari. Esto supone perder unas 250 plazas de aforo por sesión, quedando en unas 350 personas. "Perdemos capacidad, pero ganamos en calidad. Ahora el festival será más exquisito, más selectivo", apunta Bibiana Schönhofer, directora de programación del certamen.

Además del Claustre del Seminari, Mèdit tendrá sesiones también en Lithica, en el Jazzbah y en el Claustre del Carme de Maó, además de los pases de cotrometrajes que se realizan en el interior de algunos buques de Baleària.

En cuanto a nombres propios, este año destaca el de Jaume Figueres, crítico de cine conocido por sus programas en TV3 y Canal 33. Además, la actriz Candela Peña ganadora de tres Premios Goya, presentará el viernes la última película de Isabel Coixet, "Ayer no termina nunca".

Los organizadores destacan el incremento del número de empresas colaboradoras con el festival, que desde hace tres años mantiene un presupuesto muy similar, tras el bajón económico experimentado en su tercera edición.