Creación. Miquel Bosch ha transformado en arte un elemento del mobiliario urbano - Paco Sturla

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Él era de aquellos que no quería pertenecer a un club que le tuviera a él como socio. Sin embargo, congregó una cantidad ingente de admiradores, encandilados por su ironía y su clarividencia. Quienes quieran contemplarlo, no tienen más que pasear por la Plaça d'Artrutx de Ciutadella, lugar escogido para iniciar la segunda edición del Street Art.

Groucho Marx se fuma un puro tranquilamente en este enclave de tranquilidad de Ciutadella. Es la primera intervención de esta muestra artística que busca convertir el núcleo histórico en una muestra de arte urbano al aire libre. El éxito del año pasado ha motivado la celebración de una segunda edición, en la que el humor vuelve a ser el eje sobre el cual giran las propuestas de los artistas participantes. "Se trata de generar sonrisas, admiración y sorpresa a los ciudadanos que paseen por Ciutadella", explican desde Ciutadella Antiga, organizadores de la actividad.

El pintor Miquel Bosch ha sido el encargado de dar forma a una creación que ha sacado partido de un elemento que muchas veces pasa inadvertido, un pivote que disuade a los vehículos de acceder al terreno de los peatones. Bosch ha convertido esta pieza en el famoso puro que Groucho Marx fumaba y utilizaba constantemente para gesticular. En el suelo, Bosch ha dibujado a la perfección el rostro de uno de los personajes más inteligentes de la historia del cine, cuyas sentencias siguen vigentes aún hoy día. Incluso el puro se enciende cuando oscurece.

Durante las próximas tres semanas se irán realizando nuevas intervenciones en el núcleo histórico a cargo de quince artistas, entre los que destacan Ivan Jordà, Francesc Florit Nin o Rafel Jofre, entre otros.