Oriol Amat. Mañana compartirá reflexiones con los socios del Cercle - Gemma Andreu

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El Gobierno de España podría rebajar la insatisfacción de los catalanes en sus relaciones con el Estado, y el creciente independentismo que eso genera, si llevara a cabo una "política de seducción", similar a la que puso en marcha Canadá para frenar la secesión de Québec o la que desarrolla actualmente el primer ministro británico, David Cameron, con Escocia. Es lo que afirma el economista y catedrático de la Universitat Pompeu Fabra, Oriol Amat, invitado por el Cercle de Economia de Menorca para intercambiar reflexiones sobre presente y futuro económico, político y social de España y de Catalunya en un encuentro con los socios de la entidad, previsto para mañana lunes.

Amat aseguró ayer en declaraciones al "Menorca" que el Gobierno español se equivoca al aplicar una estrategia de negación del problema catalán, una postura que cree además "poco inteligente". "En lugar del 'win-win' británico, donde se les dice a los escoceses que ganarán si se quedan y que el Gobierno también ganará, aquí lo que se hace es el 'lose-lose', una estrategia en la que van a perder todos. De entrada ya está todo el mundo perdiendo, en un momento de fuerte crisis, cuando se necesita que todos remen en la misma dirección, esta estrategia fomenta la desunión", aseveró el profesor catalán.

Reparto
Para conseguir ese encaje de Catalunya en España bastaría, señaló Amat, con abordar las dos cuestiones clave: lengua y economía. En el primer caso, el catedrático asegura que resolver el aspecto lingüístico sería "dejarlo como estaba antes de la sentencia del Tribunal Constitucional" que en 2010 declaró inconstitucionales algunas partes del Estatuto catalán. En lo económico, Amat considera que el Gobierno "lo tendría muy fácil, bastaría con aplicar el principio de ordinalidad, algo que hasta el PP catalán pide". Según dicho principio, añadió, "ninguna región que paga y es contribuidora neta al final del reparto del gasto público se puede quedar más pobre que una región que recibe, esto es lo que se aplica en Europa", subrayó, al repartir los fondos comunitarios.

En cuanto a la viabilidad económica de Catalunya, Amat no tiene dudas al respecto. "Es una región muy exportadora, exporta un 55 por ciento de lo que produce y un 26 por ciento del total que exporta España, mientras que representa un 16 por ciento de la población estatal, tiene una economía muy diversificada, una balanza comercial positiva y, quitando el déficit fiscal, una renta per cápita muy elevada, así que no hay ningún problema de viabilidad", aseguró Amat, quien recordó que Balears es la región española que presenta un mayor déficit fiscal, un 14 por ciento del PIB, según los últimos datos de la Generalitat, que sitúa el déficit para Catalunya en un 8 por ciento de su PIB, "una sangría que impide el desarrollo económico", señaló.

Para el economista "si el Estado español fuera leal Catalunya sería superviable e iría muy bien dentro de España" mientras que "España por descontado que sería viable sin Catalunya, pero tendría que hacer importantes reestructuraciones".

Lentitud de reacción
En relación a la crisis económica, Oriol Amat señaló que son los países del sur de Europa los que están estancados y achacó esta situación a "la lentitud en hacer reformas, en elaborar leyes para la reactivación, en resolver el problema de la corrupción, nos mata la lentitud y nos faltan líderes que den ejemplo, que sean los primeros en sacrificarse y capaces de crear consenso". "Las personas necesitan referentes", resaltó, "en Alemania descubren que un ministro ha copiado una tesis y dimite, aquí estamos viendo cosas escandalosas y esperpénticas y no dimite nadie".

"En 2009 estaba todo el mundo en crisis, pero en este momento la mayoría de países la han superado, en Sudamérica y Asia las economías crecen, y hay países de Europa que ya han recuperado los niveles de actividad de 2008, como Alemania, la crisis está localizada en España, Portugal, Grecia e Italia", afirmó, "y la primera razón es la lentitud". Amat abundó en este aspecto y apuntó que España es uno de los países en los que cuesta más crear una empresa, 45 días según los últimos datos del Banco Mundial. "Cuando en 2009 la crisis empezó a apretar Francia aprobó la ley del autoemprendedor, que permite crear una empresa en 15 minutos y por internet, en España ahora parece que va a salir". Los mismos países que siguen sin despegar son los que presentan un mayor porcentaje de su PIB en economía sumergida, un 20 por ciento en el caso español. Eso implica que "se recaudan 80.000 millones de euros menos al año, si no hubiera este fraude ni harían falta recortes ni subir los impuestos", aseguró.