Salord. La consellera pasa balance de dos años de gobierno del PP - Jaume Fiol

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Entró como concejal sustituyendo a otra persona, y en pocos años se ha situado al frente de su partido. Maite Salord Ripoll, coordinadora del PSM y consellera en el Consell, es la cara visible de un partido que en diciembre optó por una renovación para hacerse más asambleario y convertirse en una formación pensada desde la base, no desde la cúpula. Salord repasa los dos años de mandato del PP.

¿Cuál es su balance de estos dos años de gobierno del PP?
Dos años después de estar en el gobierno, el PP continúa haciendo oposición con una actuación tan mediocre como cuando realmente estaba en la oposición. Aún no saben que los ciudadanos de Menorca les escogieron para gestionar y gobernar.

¿No gestionan ni gobiernan?
Siguen haciendo de oposición al anterior gobierno. Siempre hablan de la herencia recibida, y dos años después no se puede seguir hablando de esto.

¿Cuál fue la herencia que el pacto PSOE-PSM le dejó al PP?
A nivel de gestión la herencia fue muy positiva. Hasta 2011, el Consell fue el verdadero gobierno de Menorca, ejerció el liderazgo institucional. Se hicieron actuaciones que repercutieron positivamente sobre Menorca. Ahora se ha perdido este liderazgo, y la actitud del equipo de gobierno es agachar la cabeza ante Bauzá. A nivel económico, la crisis afectó a todos y todas las administraciones reaccionaron tarde, el Consell también. En 2010 ya se empezó a reducir gasto, pero quizás no todo lo rápido que era aconsejable. Pero no puedo entender que el PP se sorprenda de la situación económica del Consell, porque tenía seis consellers en la oposición que podían conocerla muy bien.

Quizás esta herencia realmente limita al equipo de gobierno.
La gestión política no es solo una cuestión económica. Es cuestión también de criterios, prioridades y planificación. Es cierto que el presupuesto ha bajado, pero hay dinero. Hay que planificar y priorizar. La mayor crítica que se hace al PP no es tanto el tema económico, porque todos somos conscientes de la situación que padecemos, sino las formas que utiliza para gestionar desde el Consell. A la gente le duele la falta de comunicación, la prepotencia, la política de hechos consumados. La gente no se queja de que les hayan recortado, sino de que no les habían avisado de esos recortes.

Cuando se gestó la herencia de la que ahora habla el PP, su partido desplegó una estructura en el Consell muy cuantiosa, descompensada quizás en comparación con su número de votos.
La estructura del Consell estaba pensada para la llegada de las competencias que le tocaban en base al Estatut. No llegaron las competencias y la estructura, sin embargo, se mantuvo.

Pero qué debía ser primero, ¿la estructura o las competencias?
Se preparó el Consell para recibir unas competencias. Éstas se retrasaron y seguía habiendo una estructura que podría haberse reducido, sí. De todos modos, hay que recordar que en ese momento, el nivel de gestión era muy elevado a diferencia de ahora. Pero es cierto que se podría haber racionalizado más, aunque también es cierto que ahora las cosas se ven de otra manera. Hay que recordar que el 2007 Matas montó un gobierno paralelo en Menorca que nos costó infinitamente más que toda esta estructura que tantas críticas ha recibido. Además, la conselleria que gestionaba el PSM era una macroconselleria que requería una buena estructura de gestión. Otra cosa es que después se cuestione si los directores insulares debían ser funcionarios o no, son debates que deben ponerse encima de la mesa.

Siguiendo con la herencia, uno de los temas que indiscutiblemente nace del mandato PSOE-PSM es el caso Cesgarden. ¿Se hizo mal en este asunto?
Desde el momento en que el PTI gana 54 contenciosos de 55 que se plantearon en su contra, la seguridad jurídica queda totalmente demostrada. En este sentido no hay ningún error imputable al anterior equipo de gobierno. Además, se encargó la defensa de este caso al mejor abogado, con lo que tampoco esto se nos puede reprochar. Ahora bien, esto no quita que sea un tema preocupante, grave y en el que se debe analizar detenidamente qué ha pasado.

¿Y qué ha pasado?
No es una cuestión de fondo ni de seguridad jurídica del PTI, sino de formas, de cómo se ha tramitado por vía judicial este caso. Esto es lo que hace diferente este caso de los 54 restantes. Hay que analizar bien todo el procedimiento, evaluar si han habido errores, y si los ha habido, determinar a quién son imputables. De todos modos, hay que recordar que los menorquines pagaremos cada año más por una desaladora que ideó Matas y que aún no funciona, que no por el caso Cesgarden.

El PTI ha sido otro de los temas que ha marcado estos dos años. ¿Qué sabe usted de su revisión y de la Norma Territorial Transitoria?
Poca cosa. El PTI es la evidencia más clara de la falta de gestión del equipo de gobierno de Santiago Tadeo. Los temas estrella durante la campaña electoral del PP se han convertido en fracasos estrepitosos, el PTI el primero de todos. No quisieron hacer la revisión del PTI que tocaba el 2013 porque dijeron que irían muy rápidos, y han pasado dos años y no tenemos nada. Apostaron por la Norma Territorial Transitoria para agilizar, y tampoco no sabemos casi nada, y lo que sabemos mejor no saberlo porque son informes plagiados.

¿Cómo se lleva con el conseller de Ordenación del Territorio, Cristóbal Huguet?
Tenemos formas diferentes de hacer las cosas. Desde el PSM siempre hemos sido partidarios de la máxima transparencia y participación, sobre todo en temas urbanísticos. La forma de actuar de Huguet es totalmente diferente. Donde hemos chocado más ha sido en el consorcio de disciplina urbanística en suelo rústico, a la hora de interpretar por ejemplo hasta qué punto yo, como consellera, puedo tener acceso a la información.

Es el caso de Torralbenc. ¿Qué ha pasado en este tema?
El proyecto de Torralbenc lo aplaudimos. Ojalá en Menorca hubiera más iniciativas como ésta. No estamos en contra del proyecto, sí del procedimiento que se ha seguido. Es una cuestión de igualdad de todos los ciudadanos ante la Ley. Todos debemos seguir los mismos pasos, y nuestra sensación, avalada por informes técnicos, es que no ha seguido el procedimiento correcto. Quien ha fallado es la Administración.

A pesar de admitir que saben poca cosa de estos planes urbanísticos, ustedes ya han hablado ya de urbanismo a la carta o desprotección de zonas protegidas.
La diferencia más importante entre una revisión bien hecha del PTI y la Norma Territorial Transitoria es otra vez la transparencia. La revisión del PTI debería haberse hecho con la participación que hubo cuando se aprobó el plan. La Transitoria es la opacidad absoluta, y esto hace que nos cuestionemos qué hay detrás de todo esto.

¿Urbanismo a la carta? ¿Desprotección de zonas que no se pueden desproteger?
¿Pero habla de meras sospechas o son críticas fundadas?

Solamente leyendo la prensa se ven un montón de proyectos que esperan la Norma Territorial Transitoria.

Uno de los temas que ha marcado este mandato ha sido la duda sobre la compatibilidad o no del conseller de Pesca Fernando Villalonga. ¿Para usted es un caso cerrado?
Este tema se ha gestionado mal por parte del PP. De nuevo es una cuestión de formas. Los ciudadanos tienen dudas sobre esta compatibilidad. Sobre el papel no hay dudas, pero se hace extraño que una persona que tiene intereses en el sector pueda gestionar el área. El tema se hubiera podido cerrar mucho más rápido, sin necesidad de ir al Consell Consultiu, haciendo que otro conseller gestionara Pesca. De este modo, cualquier sombra de duda se habría disipado.

¿Se ha exagerado este tema?
Quien lo ha magnificado ha sido el PP al no reaccionar del modo más fácil y transparente.

Se ha creado una comisión de Pesca en la que se han puesto también sobre la mesa expedientes de cuando el PSM gestionaba el área.

Esta comisión demuestra que el PP sigue haciendo de oposición. Si tenían dudas sobre la gestión anterior, en los ocho años anteriores el PP ha tenido seis consellers en la oposición, que por cierto también tenían dedicaciones y formaban parte de la estructura del Consell. Si había algo que no estuviera bien hecho, era el momento de decirlo. Si ahora tienen dudas, que vayan al juzgado y lo denuncien. Pero no, crean una comisión de pesca para poner cortinas de humo sobre un tema que podría haberse resuelto de forma mucho más elegante, sencilla y transparente.

Estos expedientes en teoría deben analizarse en una comisión de pesca que aún sigue abierta.
Nunca he visto claro el sentido de esta comisión, y ahora menos.

Otro de los caballos de batalla de su labor como consellera del PSM ha sido el área de Cultura. ¿Le ha decepcionado la manera de gestionar de la titular, Maruja Baíllo?
No. Para decepcionarte, antes debes tener unas altas expectativas, y la política cultural de Baíllo está en la línea de lo que marca el Govern Bauzá. Hacen de monaguillos de Bauzá, asintiendo todo lo que dice Bauzá. Y la gran obsesión del gobierno de Bauzá, que es quien manda en materia cultural, es arrinconar la lengua catalana de todos los ámbitos donde estaba mínimamente normalizada, la educación y la administración. En un pleno, la consellera dijo que la cultura era un privilegio. Ésta es la consellera de Cultura que tenemos. Se ha echado tierra encima de la política cultural que se había realizado en los últimos años y no han sido capaces de construir nada nuevo. Se tiene una falta de respeto absoluta a la trayectoria de años de las entidades culturales. Hay dinero para Cultura, es una cuestión de prioridades.

Hablemos del PSM. En diciembre aprobaban ustedes la nueva estructura del partido, con usted como coordinadora y una vocación de mayor participación. ¿Cómo funciona este nuevo PSM?
Es un PSM en transformación que se está actualizando. Lo que hacemos ahora no es muy diferente de lo que hacíamos. La voluntad es abrir el partido, dar voz a los militantes, simpatizantes y ciudadanos. Hago una valoración muy positiva de este sistema, aunque el proceso irá a más con el tiempo. Estoy muy contenta de la respuesta de la gente, que ha agradecido esta apertura. Estamos en una fase de crecimiento porque llegas a la gente, escuchas y aprendes de los que saben mucho más que tú.

Un proceso de apertura tiene siempre dos fases. El primero es abrir la puerta. El segundo es que alguien quiera cruzar la puerta y entrar. En el caso del PSM, ¿esta apertura de puertas se ha traducido en mayor interés ciudadano?
La puerta debe estar abierta, y la gente entra y entrará porque ve que al otro lado de la puerta hay gente dispuesta a escuchar.

Actualmente cuesta mucho que alguien cruce una puerta que tiene algo que ver con la política.
Los Joves del PSM organizaron un acto la pasada semana con cien personas, y muchas se interesaron por participar. La voluntad real del partido es estar al lado del ciudadano y traducir sus demandas en propuestas en las administraciones.

¿Creen ustedes que este es el camino a seguir para vencer el desencanto ciudadano con los políticos?
Entiendo que los ciudadanos estén decepcionados con los políticos y los partidos. Ahora, hay que distinguir entre el funcionamiento de los grandes partidos y el de los pequeños. Una de las cosas que me hacen sentir más orgullosa del PSM es que no tiene ningún caso de corrupción, y hemos demostrado que hay formas más próximas y honradas de hacer política. El ciudadano sabe distinguir, y entiende que no todos hacemos política igual.

Las encuestas dicen que el bipartidismo se hunde. ¿Cree que los votos que pierden los grandes partidos pueden ir hacia ustedes?
Yo no me muevo con la intención de captar votos. Me gusta más generar confianza en el ciudadano. El mayor valor de un político es su credibilidad, y ésta no se dice, se demuestra con los hechos, siendo coherente entre lo que dices y lo que haces. Y en este sentido estoy tranquila, porque la coherencia del PSM está ahí. Seguro que hay temas en los que no hemos equivocado, pero si se pone todo en una balanza, tenemos coherencia y credibilidad.

¿Cómo está el partido en Maó?
Está en buen estado de salud. Se ha sabido abrir a diferentes propuestas, ha entendido el trabajo de proximidad a la ciudadanía. El PSM trabaja por Maó de manera muy activa. En el dragado, en el topónimo… el PSM ha estado allí, y estamos dando apoyo a las iniciativas ciudadanas.

Pero desde fuera.
En el Consistorio puedes hacer según qué cosas, tienes más información… Pero no estar en el Ayuntamiento nos permite hacer un análisis de las cosas mucho más real. Si hubiéramos perdido votos pero no representación quizás no hubiéramos hecho el diagnóstico duro y real que hacemos. Esto nos ha permitido crecer e ir hacia adelante, potenciando el PSM más próximo al ciudadano.

El secretario general del PSOE de Menorca decía hace dos semanas que en algunos casos se necesitará más que el PSOE para echar a la derecha el poder. No concretaba, pero abría la puerta a pactos y coaliciones. ¿El PSM está abierto a ello?
Tenemos una situación tan difícil a nivel social y económico. Los ciudadanos lo pasan muy mal y este invierno será muy duro. Hablar de coaliciones y pactos no creo que sea el discurso que hoy debamos hacer los partidos. Debemos mirar más por los ciudadanos, trabajar más para revertir la situación actual. Cuando se acerquen las elecciones ya veremos qué hacer. Desde el PSM nunca nos hemos cerrado a nada, al contrario, y así lo hemos hecho saber desde el momento del cambio de estatutos. Estamos abiertos a hablar con todos, y después las bases decidirán. Las asambleas decidirán el camino electoral del PSM.