Esta semana se cumplirá un mes justo desde la inauguración del ascensor del puerto el pasado 26 de junio, y en ese intervalo de tiempo las cifras de utilización del elevador son espectaculares. Según datos estimativos facilitados por el Ayuntamiento de Maó, hasta el pasado jueves, el ascensor ha realizado 17.000 viajes y fue utilizado por unos 51.000 usuarios, lo que representa cerca de 2.500 personas diarias. Se calcula que en las tres primeras semanas realizó unos 30 viajes cada hora.
En ese mismo intervalo de tiempo también se han producido tres avisos de personas atrapadas en cabina, que fueron rescatadas al llegar el técnico de la empresa OTIS. Y aunque en los primeras semanas el edificio que alberga el ascensor se cerraba cerca de las tres de la madrugada, el Ayuntamiento ha decidido que el elevador esté en activo las 24 horas del día, una vez instaladas las cámaras de seguridad para evitar posibles actos de incivismo y gamberradas.
La ampliación de horario obedece también a las demandas realizadas por los empresarios del puerto, ya que el elevador no solo facilita el tránsito de público y clientes en plena temporada turística, sino que también es utilizado por muchos empleados de los locales.
Menos tráfico
La entrada en servicio de la esperada nueva conexión mecánica entre el muelle y el casco urbano, unida a la colocación de jardineras frente a cerca de 21 locales del puerto ha provocado asimismo un descenso del tráfico. Muchos conductores desisten de buscar aparcamiento junto a los establecimientos y optan directamente por dirigirse a la alternativa que ofrece del paseo marítimo y bajar al puerto en ascensor.
De hecho, y aunque también son datos estimativos y a la espera de un estudio más detallado, se calcula que la intensidad del tráfico ha descendido en el puerto entre un 30 y un 40 por ciento. "Solo hay que pasearse cualquier noche por la zona del paseo marítimo y comparar. Antes estaba casi vacía y ahora está llena de coches y hay movimiento de gente", explica el concejal de Servicios Técnicos del Ayuntamiento de Maó, Mateo Ainsa.
"Las cifras de la media de utilización del ascensor hablan por sí solas", añade el edil, quien destaca las medidas de seguridad y las ventajas técnicas que incorpora el elevador público. "Si falla la luz, gracias a un sistema de baterías, el ascensor se parará en el piso más cercano y abrirá las puertas. También la energía residual que no utiliza, la guarda y la reenvía a la red, un factor a tener en cuenta en los consumos", explicó.
El interior de la cabina también cuenta con una pantalla digital en la que el Ayuntamiento ofrece información diversa a los usuarios.
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