Memoria. Bartomeu Pons, David Alzina, Jesús Benito, Sebastià Ameller y Sebastià Taltavull, ayer en la sede de Cruz Roja Ciutadella - Paco Sturla

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Pese a los recortes en la administración pública, y a que llegaron menos alimentos para repartir desde Europa, Cruz Roja de Menorca ayudó el año pasado a un 30 por ciento más de personas que en el 2011. Así se desprende de la memoria de la entidad presentada ayer, y que cifra en 6.365 el número de personas que se beneficiaron de alguna ayuda de emergencia social, cuando en el año 2011 esta cifra era de 4.928.

Cruz Roja explica que los productos de ayuda más demandados han sido alimentos, productos de higiene, material sanitario y para el hogar, juguetes y material didáctico. El reparto de alimentos benefició el año asado a 3.295 personas, un 12,6 por ciento más que en el año anterior. Este incremento se produjo pese a que desde Europa se enviaron a Menorca menos excedentes alimentarios que en el 2011, en concreto un 37,5 por ciento menos.

Para compensar esta menor entrada de alimentos, Cruz Roja tuvo que tirar de imaginación y de implicación del público local. Así, los responsables agradecen la colaboración de personas, entidades y empresas, mediante los cuales han conseguido poder llegar a más gente que el año anterior.

Y es que a pesar de las dificultades, Cruz Roja vivió el año pasado un aumento en el número de socios, voluntarios y proyectos realizados. El número de socios creció un 15 por ciento, el de voluntarios un 8 por cien y los proyectos un 24 por ciento. Una implicación necesaria para continuar con la transformación que Cruz Roja inició hace unos años para adaptarse a las necesidades del tiempo presente, básicamente para atender las necesidades más básicas de la gente.

"El incremento de las prestaciones sociales es lo que nos hace ser útiles dentro de esta sociedad", explica Bartomeu Pons, presidente de la asamblea local de Sant Lluís. El perfil de la persona que acude a Cruz Roja en demanda de ayuda ha cambiado y se ha ampliado tanto en los últimos años que ya no es posible realizar un retrato robot del usuario tipo. Además de quienes buscan cubrir sus necesidades básicas, hay personas que acuden a la entidad buscando orientación laboral, pidiendo colaboración para volver a sus países de origen... "A nosotros nos da igual, porque nosotros atendemos a personas, indistintamente de su petición", apunta Jesús Benito, presidente de la asamblea de Maó.
Sobre las administraciones públicas, los diferentes presidentes de Cruz Roja aseguran que también notan los ajustes y recortes. "Compensamos estos recortes con la mayor implicación de socios y voluntarios. Se nota un movimiento solidario muy importante, lo que demuestra que la gente está concienciada frente a esta situación tan tremenda", apunta Jesús Benito.

Bartomeu Pons explica, a modo de ejemplo, que en Balears hay 55.000 hogares en los que ninguno de sus miembros tiene trabajo. "La pobreza aumenta en todos los ámbitos, y nosotros lo que podemos hacer ante esta crisis es ofrecer cuidados paliativos, es nuestra razón de ser en estos tiempos que corren", concluye Pons.