Desaladora. La planta sigue sin producir ni una gota de agua a pesar de estar a punto - Archivo

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Hace unos días, este periódico informaba que el Govern balear no sabía cuándo se podría poner en marcha la planta desaladora de Ciutadella ni cuánto costaría. El Ejecutivo autonómico apuntaba que todo dependía de Madrid, más concretamente del Ministerio de Medio Ambiente, administración titular ahora mismo de la instalación. Pues bien, tampoco Madrid saber cuándo ni cómo podrá arrancar la planta.

A preguntas de este periódico, el Ministerio de Medio Ambiente explica la inactividad de la planta, a pesar de que está acabada desde hace más de dos años, a la falta de planificación de anteriores gobiernos. Así, desde Madrid defienden que la clave para explicar que la planta siga parada es "la falta de infraestructuras de distribución", es decir, tuberías y conducciones que permitan que el agua producida en la planta llegue a los consumidores finales.

En esta línea, fuentes ministeriales argumentan que "aunque es muy difícil de entender cómo el anterior Gobierno no se preocupó de solucionar el tema de las conducciones, tanto la administración central como la autonómica, junto con las empresas implicadas, estamos en la actualidad trabajando de forma intensa y coordinada para llevar a cabo las infraestructuras necesarias que permitan su puesta en funcionamiento cuanto antes".
No hay fechas concretas, ni plazos, ni datos sobre las actuaciones pendientes. El Ministerio no sabe aún cuándo podrá empezar a bombear agua desalada a los hogares de Menorca, ni tampoco quiénes serán los consumidores de este agua. El futuro más inmediato de la desaladora sigue siendo una incógnita, como también lo es saber si las administraciones deberán asumir algún tipo de sobrecoste por el retraso en una obra cuyo pago inicial ha afrontado la empresa concesionaria a cabio de explotar la planta durante, en principio, quince años, aunque no se descarta que este plazo se prorrogue para compensar el retraso en los pagos.

Desde el Ministerio de Medio Ambiente aseguran que el problema de la desaladora de Ciutadella no es el único de similares características existente en España. De hecho, aseguran que "el actual Gobierno se ha encontrado un panorama casi desolador, puesto que de las 51 desaladoras previstas tan solo 27 se encontraban en explotación, 13 en construcción y 11 no habían comenzado a ejecutarse todavía".

Además, Madrid añade que este año se han invertido 1.830 millones de euros para mejorar la situación, "inversión que a todas luces se ha revelado insuficiente ya que, según los últimos datos que barajamos, para poner en explotación las plantas pendientes haría falta invertir otros 700 millones de euros". Por último, desde el Ministerio de Medio Ambiente apuntan que la producción de agua desaladora en las instalaciones gestionadas directamente por el sector público es de 120 hectómetros cúbicos, una quinta parte de las previsiones iniciales.