Tertulia. García-Page estuvo acompañado por los alcaldes de Es Mercadal y Es Migjorn Gran, Francesc Ametller y Pere Moll - Es Mercadal

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A sus 45 años, Emiliano García-Page, alcalde de Toledo y senador del PSOE por Castilla-La Mancha, lleva más de media vida dedicada a la política, una actividad en la que cree como "un elemento vocacional". Confiesa que como profesión "es una ruina", pero según recuerda se planteó militar activamente en política "antes que tener novia. En mi caso es vocacional y lo va a ser siempre, por mucho que las corrientes ahora sean de rechazo a lo político".

García-Page fue ayer el protagonista de una nueva Tertúlia a la Fresca en Es Mercadal, donde confesó que se siente un "optimista crítico" a la hora de mirar hacia el futuro. "Soy optimista en la medida de que creo que hemos tenido momentos mucho más difíciles en España. Creo que los últimos 30 años se pueden calificar como una experiencia de éxito para el conjunto del país".

Sobre un posible relevo al frente del PSOE a nivel nacional, García-Page confiesa que hay gente mejor preparada que él en el partido, aunque reconoce que sí tiene interés por participar en todos los frentes. "Mi prioridad es la cercanía, en Castilla-La Mancha, pero es evidente que quiero opinar en el espacio nacional; es más, me siento corresponsable, no estoy dispuesto a dejar el papel a otros, este marrón nos lo tenemos que comer". Respecto a los plazos, considera que es ahora cuando la gente está reclamando una opción de cambio, por lo que apuesta por que ese paso se dé "más bien pronto, que tarde".

Bárcenas y Eres
El socialista es consciente de que la imagen que los ciudadanos tienen de la clase política no pasa por su mejor momento. "Lo que me resultaría digno de estudio científico es que hubiera aplausos para los políticos con seis millones de parados", apunta, y reconoce que "los partidos somos válvulas de escape de la sociedad, somos el culo al que pegarle una patada, y ese es un papel democrático esencial".

En relación al caso Bárcenas y los Eres de Andalucía, señala que "quien haya metido la mano, que lo pague", pero cree que no se puede generalizar. "No entiendo por qué se produce una generalización, cuando realmente si alguien se ha llevado dinero de los Eres de Andalucía, lo razonable es que entre en la cárcel, y eso no tiene que ver con todo un partido político", sostiene. Respecto a Bárcenas, añade que es diferente. "Ese es un caso distinto, y no lo digo de manera sectaria. Lo que se está poniendo sobre la mesa no es que se haya robado uno, dos o cien, sino que tiene que ver con todo un sistema de 20 años de gobierno y de financiación de un partido, con un elemento añadido, y es que no solo se establece una dinámica de ingresos indebidos, sino también de sobresueldos o sobres a secas". En ese sentido, recalca que "el listón y la vara tienen que ser la misma para todos, ya sean del PP, del PSOE o de cualquier otro partido", confiesa.

García-Page también quiso dejar, durante su visita a Menorca, un mensaje de unidad y apostar por "el hecho de entender la diversidad y la pluralidad de España como una riqueza más que un problema". Al respecto, concluyó que "al país le ha ido muy bien siempre que ha tenido una vocación incluyente, y le ha ido fatal con una vocación centrífuga. Y eso es bueno decirlo aquí, en Baleares, de la misma manera que se puede decir en Ciudad Real o Sevilla".