Sanciones. La temporada se ha saldado hasta la fecha con cuatro sanciones por incumplimiento de la ordenanza - Paco Sturla

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Es Migjorn Gran está a punto de cerrar la primera temporada turística en la que se ha permitido la presencia de perros en dos playas del municipio, durante todo el día en Cala Fustam y entre las siete de la tarde y las nueve de la mañana en Binigaus. Cuando se aprobó la ordenanza, el alcalde de la población, Pere Moll, ya advirtió que se trataba de una prueba piloto, y ahora, a la vista de los resultados, ya puede decir que la experiencia está siendo "un éxito".

Explica que no ha habido incidentes remarcables. Y es que desde el 1 de mayo se han impuesto solamente cuatro sanciones por incumplimiento de la normativa. El alcalde reconoce, no obstante, que el mayor de los problemas que se han encontrado es que algunos usuarios han pasado por alto el hecho de que los animales "tienen que estar atados". De velar por que se cumpla la ordenanza se encargan tres policías vestidos de paisano, aunque no todos los días.

Debate

El debate sobre si estos animales deben estar permitidos en los arenales está abierto a nivel nacional, y se enciende cada vez más a medida que se van sumando nuevas playas "pet-friendly". El conseller insular de Cooperación Local, Juanjo Pons, señala que la administración insular no tiene competencias en esta materia, pero recuerda que el Consell medió en una reunión entre todos los ayuntamientos menorquines para consensuar una normativa para toda la Isla sobre la presencia de los animales en las playas. Pons recuerda que no hubo consenso, y que exceptuando Es Migjorn Gran, el resto de consistorios decidieron, según rememora, "que no era adecuado de cara al turismo".

Sin embargo, según Europa Press, el número de turistas en España que desea viajar con sus mascotas en vacaciones, especialmente en las zonas de costa, está aumentando en los últimos tiempos. Tanto es así que se han iniciado campañas de recogida de firmas a través del portal Change.org para intentar que los municipios cambien sus ordenanzas.

En el caso de Es Migjorn Gran, una vez vista la experiencia, ya avanzan que las dos playas elegidas seguirán siendo "pet-friendly", y que se las dotará de un distintivo para publicitarlas la próxima temporada.

Alojamientos

Según el portal Seadmitenmascotas.com, en Menorca existen una treintena de establecimientos hoteleros que aceptan mascotas. Uno de ellos, los Apartamentos Hamilton Court, está en Santo Tomás. El director de dicho negocio, Jesús Flores, confiesa que el hecho de que el municipio permita perros en las playas no se ha dejado notar en el volumen de reservas. Las cifras apuntan a que cada verano una docena de clientes piden ese servicio. Eso sí, se reservan el derecho de admisión en caso de que los animales molesten a los clientes, pero por el momento no se han visto obligados a ejecutarlo. Al respecto, ironiza diciendo que "suelen dar más problemas algunas personas".

A título personal, Flores está de acuerdo en que se permitan los canes en las playas, pero siempre que esté bien controlado. Al respecto, denuncia que en los últimos días ha visto perros sueltos en Sant Tomàs.

Está claro que la iniciativa tiene detractores y defensores. Entre estos últimos figuran los socios del Club Agility Migjorn. Su presidente Sebastián Barber, no obstante, hace hincapié en que el sistema para funcionar tiene que pasar por la responsabilidad y el civismo de los dueños.

En el otro lado de la balanza se encuentran personas que no acaban de ver con buenos ojos la nueva ordenanza. Una vecina del municipio, Marga Camps, sostiene que "no es conveniente" que los animales convivan con las personas en las playas. "Yo tengo perro y no se me ocurre llevarlo a la playa", señala, para concluir que de alguna forma no es muy higiénico: "al final todos nos bañamos en el mismo sitio".

Deficiencias

Otras personas ahondan en ese sentido y sostienen que para permitir la presencia de animales hay que ofrecer más servicios. "No se han tenido en cuenta criterios higiénicos; los perros nadan y se tumban sobre zonas comunes y públicas; orinan sobre la arena, y eso es inevitable", explica un usuario. La misma fuente sostiene que se deberían habilitar lugares de sombra para los animales y montar una infraestructura que permita atarlos.