Lluvia. Las precipitaciones hicieron que los turistas se concentraran en los pueblos, y ello provocó problemas de circulación - Javier/Paco Sturla/Pedro Cardona

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Los turistas tuvieron que abandonar ayer las chanclas y hacerse con un paraguas. Y a buen seguro, teniendo en cuenta las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), los visitantes tendrán que seguir todavía pendientes del cielo, ya que se prevén lluvias para los próximos días.

Menorca amaneció en alerta amarilla por lluvias y tormentas, y como era de esperar el agua hizo acto de presencia. En torno a las 10 de la mañana comenzaron a caer los primeros chubascos, algunos de ellos localmente fuertes. Ello provocó que en localidades como Maó y Ciutadella se produjeran problemas de tráfico, con continuos embotellamientos en el centro y en las carreteras de acceso, según explicaron fuentes de la Policía Local de ambos municipios. Concretamente, en el barrio de Ses Tanques de Maó el caos circulatorio fue agudo. El tráfico en la carretera general también fue pesado durante gran parte de la jornada.

Hasta las 18 horas no se habían producido incidentes graves en toda la Isla. Lo más destacable fue un accidente de tráfico sin heridos en la Ronda Norte de Ciutadella a las 16 horas. Por otra parte, explica el inspector jefe de la Policía Local de Ciutadella, Ignasi Camps, que episodios como el de ayer se repiten cada verano y que los embotellamientos se acentúan por la búsqueda de aparcamientos en el centro.

En otro orden de cosas, los chubascos obligaron a suspender en Sant Lluís la travesía a nado hasta la Illa del Aire, que finalmente se celebrará el viernes a las 17.30 horas. También quedó anulado el concierto del cantante menorquín Petrus en el centro de Maó.

Previsión
Desde AEMET recuerdan que hoy todavía se pueden producir tormentas localmente fuertes, y lluvias más débiles mañana y el jueves. Las previsiones apuntan en principio a que el buen tiempo no se recupere hasta el fin de semana.

El portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología en Balears explica que las tormentas que están teniendo lugar son típicas de finales de agosto y principios de septiembre. Según argumenta, las precipitaciones se producen porque el mar está muy caliente en esta época del año. Se calcula que en el litoral menorquín el agua esté a unos 27 grados. Pese a que aún quedan unos días para cerrar el mes, desde la agencia ya avanzan que agosto estará unas décimas por encima de la temperatura media registrada durante los últimos 30 años, que se sitúa en 25,1 grados.