Pons. La concejala de Gobernación describió como "un claro error de interpretación" lo sucedido - Gemma Andreu

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El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Ciutadella ha admitido que aplicaba erróneamente una normativa para permitir que los bares de la ciudad organizaran conciertos en sus terrazas. Así lo reconoció la concejala de Gobernación, Juana María Pons, tras una moción presentada por Unió des Poble de Ciutadella de Menorca (UPCM).
Pons calificó de "claro error de interpretación" los permisos concedidos desde el año 2008 para celebrar conciertos en terrazas de locales, una decisión que, explicó la concejal, permitía al Ayuntamiento dinamizar el centro de la ciudad sin que se tuvieran que pagar las cantidades económicas que se pagaban otros años por estos conciertos. A modo de ejemplo, Pons recordó que en un año se llegaron a pagar hasta 91.000 euros por este concepto.

El error de interpretación, tal como denunció Joan Triay, consistió en aplicar un decreto que permitía estas actividades suponiendo que Ciutadella era una zona turística. En este sentido, el Plan Territorial Insular (PTI) deja claro que el núcleo urbano de Ciutadella no tiene esta consideración, y por lo tanto, la normativa que aplicaba el Ayuntamiento de Ciutadella, el Decreto 62/2007 sobre actividades secundarias de música, entretenimiento y ocio desarrolladas en terraza o recinto similar al aire libre, era equivocada.

Esta decisión también afecta a la instalación de televisores en las mismas terrazas de los bares, algo que también autorizaba el decreto en las zonas turísticas y que, por lo tanto, tampoco se podía haber permitido en el núcleo urbano de Ciutadella. El equipo de gobierno se comprometió a revisar las licencias concedidas en este sentido "y a actuar en consecuencia".

La propuesta contó con los votos favorables de PP, PSM y UPCM. El PSOE se abstuvo, argumentando que se estaba redactando una ordenanza de ocupación de vía pública que regularía estas situaciones.

Esta decisión del PSOE fue duramente atacada por Joan Triay, quien calificó de "curioso y muy poco ético que los socialistas se abstengan cuando pedimos al Ayuntamiento que deje de hacer algo que no puede hacer y que no debería haber hecho nunca".

La prohibición de organizar conciertos en las terrazas no impide, sin embargo, que el Ayuntamiento o cualquier otra entidad organice actuaciones en el núcleo urbano, siempre que no se celebren en las terrazas o recintos abiertos de los bares y restaurantes del núcleo urbano.