El músico vive con gran pasión cada actuación - Archivo

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Isaac Mascaró Nevado destila música por los cuatro costados. De él podríamos afirmar que las notas forman su medio natural. Su mentalidad, positiva y alegre, necesita de la música para ir haciendo camino, para ser, este es su deseo, "creador de ilusión y de esperanza", porque apuesta por un futuro mucho mejor que este presente.

Después de una actuación como la que vivimos en directo en las pasadas fiestas de la Mare de Déu de Gràcia, ¿cómo se siente?
— Muy agradecido y emocionado porque ver una plaza como Es pla de la Parròquia abarrotada de gente te pone la piel de gallina. Además sucede que durante el jaleo los protagonistas son "els caixers" y el caballo, la banda ocupa un lugar secundario pero luego, los protagonistas somos nosotros. Sin caballos la plaza es toda nuestra, para que la gente disfrute y se entregue sin complejos a nuestra música, a la samba.

Hablemos de la Banda, de su banda, la de Es Migjorn Gran.

—Hay quienes afirman que cuenta con más de 125 años de existencia, sea cierto o no lo importante es que es una banda viva y que cuenta con el apoyo y la admiración popular. Durante el verano venimos actuando no solo en las fiestas patronales de Es Migjorn, sino también en Sant Climent. Alaior, Sant Lluís y Maó, diré que con éxito. Durante el año actuamos en las fiestas religiosas del pueblo, así como también por Navidad y durante el Carnaval.

Con dos actuaciones estelares. ¿No es así?

— Sí, son dos conciertos diferentes, el primero de ellos lo ofrecemos por Navidad y su estreno tiene lugar en Es Migjorn, en el polideportivo, y luego lo repetimos en el Teatre Principal de Maó, es un concierto clásico muy adecuado con el entorno que nos acoge. El segundo es de otro estilo, más informal, lo diré así, porque presentamos bailes, cantantes, juegos de iluminación y otros efectos, apoyado todo ello con otros instrumentos musicales no clásicos como pueden ser las guitarras electrónicas, los teclados, una actuación que se conoce como el concierto de verano.

¿Cuántos músicos integran la Banda?
— Normalmente estamos sobre los 55, pero en los dos conciertos que he detallado pasamos a ser entre 70 y 80, puesto que hemos de reforzar determinadas cuerdas además de los invitados.

Todo ello conlleva un importante coste, ¿con qué recursos económicos cuentan?
— Principalmente de los benéficios que generan las actuaciones del verano puesto que los ayuntamientos pagan nuestro trabajo y presencia en las fiestas patronales.

¿Se siente arropado por la gente de Es Migjorn?

— Totalmente, lo compruebas con pequeños detalles. Después de una actuación la gente que a diario te encuentras por la calle me felicita, y creo que todo el pueblo, su gente, está orgullosa de su Banda.

La Banda existe, es una realidad hoy, pero también hay que preparar el futuro. ¿Se creó la Escola Municipal de Música con este objetivo?
— Exactamente y lo más importante es que todos los alumnos, chicos y chicas, quieren tocar en la Banda. Este fue el objetivo fundacional, crear una cantera de músicos y al propio tiempo, enseñar música para que la considerasen parte de su desarrollo cultural.

¿La Banda está integrada únicamente por músicos locales?

— No, la mayoría de ellos son de Es Migjorn, pero no cerramos la puerta a nadie, al contrario, la tenemos siempre abierta.

¿Cuál es su sueño?

— Nos gustaría poder ofrecer nuestros conciertos en la Península, e incluso fuera de España, pero todo este montaje resulta caro y no contamos con el soporte económico que nos permita hacerlo realidad.

Esta lógica ilusión me imagino que vendrá avalada por determinados comentarios.
— Después de los conciertos o de nuestras actuaciones siempre viene gente foránea, nacional y extrajera, que nos felicita y nos anima para que vayamos a su pueblo a su ciudad a interpretar nuestra música, porque dicen que somos una banda diferente.

¿Están en plena fase de preparación?
— Estamos disfrutando de unas cortas y merecidas vacaciones, pero de inmediato comenzaremos a preparar el concierto navideño

¿Seguirán ofreciéndolo en el Polideportivo?

— Contamos con un local que estrenamos en agosto, en la Gran Musicale, pero todavía no reúne las condiciones acústicas deseables pero estamos trabajando en ello, intentando que los técnicos lo solucionen. Por ello en estos momentos desconocemos el lugar en que lo ofreceremos. En Maó, repetiremos en el Teatre Principal

¿Cuáles son sus principales referencias musicales?
— A mis padres la música les encantaba, por ello y viendo que a mí me atraía me apuntaron a la Escola de Música, en Es Mercadal, con Juana Gomila. Luego continué los estudios musicales con Juan Carretero, hasta que remonte el vuelo. Un dato anecdótico es que mi padre contaba en el coro de la iglesia y también que mi hermano toca la percusión, todo lo cual indica que la música siempre ha estado a mi alrededor.

Conoce la realidad de Es Migjorn, que ha convertido en su hogar, ¿Es una ciudad viva?

— Si, y hay que decirlo con rotundidad, viva y solidaria que apoya cualquier tipo de iniciativa cultural o social. Puede que la Banda y el fútbol sean lo más conocido pero también la pintura y otras manifestaciones artísticas tienen su relevancia. Solo con decir que en la Escuela de Música los alumnos matriculados están sobre los cien es una prueba del interés cultural que el pueblo siente. Pienso que irán saliendo buenos músicos y buenos cantantes porque y hay voces de mucha calidad.

Música aparte, ¿cuáles son sus aficiones?

— El deporte, la gimnasia y el correr me satisfacen enormemente, pero debido a mis obligaciones, dispongo de poco tiempo libre y el que me queda lo dedico a mi hijo, haciendo las funciones de "niñero", trabajo que me encanta.

Nuestro mundo se parece más a una olla de grillos que a un lugar para convivir. ¿Alguna idea de cómo mejorar lo que nos rodea?

— Nos falta empatía, escucharnos más los unos a los otros e intentar comprendernos. Cosas que se han convertido en problemas graves podían haberse evitado, pero el yo está por encima del nosotros. Nos falta saber relajarnos, conversar y escucharnos mutuamente.

Menorca no es la excepción a este guirigay, estamos desorientados, ¿cómo vislumbra nuestro futuro?

— Nuestra isla está en idénticas condiciones que el resto de las Balears, porque queramos o no formamos parte de este mundo en permanente estado de desequilibrio. Aquí logramos superar la herencia que nuestra guerra dejó pero ahora volvemos al estado de crispación que no favorece a nadie, en parte porque hemos de pagar la mala gestión de quienes nos vendieron que nadábamos en la abundancia y dilapidamos lo que debía ser nuestro capital de reserva para el futuro.

Inmersos en esta especie de caos ¿qué le preocupa más?
— Sobre todo que el porvenir de los jóvenes esté en juego, sin perspectivas laborales y con un futuro incierto. A mis alumnos les inculco valores que han ido desapareciendo, el valor de la constancia y del esfuerzo es uno de ellos, les digo que deben trabajar para forjarse un futuro pero me temo que mis palabras carezcan de consistencia, porque las aguas bajas muy revueltas.

¿Qué le falta a nuestra Isla para tener mejores expectativas?

— La calidad de vida es alta, pero tenemos carencias, la principal la del transporte aéreo, que resulta caro y con pocas frecuencias. Conseguir unos precios asequibles y unas frecuencias más regulares debería ser el objetivo prioritario de toda la clase política.

¿Cómo nos ha cambiado la crisis?

La gente ha modificado sus costumbres, unos por necesidad y otros porque han comprendido lo irracional de gastar a manos llenas, pero deberíamos trabajar con una mentalidad más acorde con una política de solidaridad y de justicia social.

¿Está al día del TIL? ¿Qué le parece lo de estudiar en tres idiomas?

Si, leo la prensa, veo la tele y escucho los informativos y todo esto me lleva a pensar que falta diálogo. La idea del TIL es buena, pero ha faltado diálogo y comprensión. Lo deseable es que se implante cuando los protagonistas principales, los maestros, estén en condiciones para hacerlo.

En su opinión el diálogo es esencial, pero también, y en referencia a este problema, ¿apunta a otras exigencias?

— Si, la realidad de Menorca es que vivimos prácticamente del turismo, con otros añadidos, por ello creo que el conocimiento de idiomas, concretamente del inglés es fundamental. Añadiré que el inglés, quiérase o no, abre muchas puertas.

¿Se siente un showman?

— Aparcaré la modestia y diré que sí, creo que esta faceta es innata en mí, me salé sin proponérmelo y el contacto con mi gente hace el resto. En los jaleos, en las actuaciones más festivas les digo a los músicos estas palabras: "Vividlo y disfrutadlo", el resto viene por añadidura.

¿Aceptaría salir de la Isla y emprender una nueva aventura?

— He tenido varias ofertas pero mis raíces me impidieron que las aceptara. Aquí en Menorca tengo a mi gente, a mi familia, a mis amigo y con ellos, con todos ellos, soy feliz, ¿Qué otra cosa puedo pedir?

¿Qué le pide a la vida?

— Un mundo más solidario en el que todos nos sintamos felices con cuanto poseamos, compartamos la felicidad en el lugar que nos corresponda ocupar. Y que la Banda de Música de Es Migjorn Gran alcance su sueño.