Gracias a Carrers que parlen, cualquier persona con un dispositivo electrónico podrá acceder a historias relacionadas con diferentes espacios de la ciudad - Josep Bagur Gomila

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Imagine pasear por una ciudad y poder tener acceso a su pasado de una forma sencilla. Ese es el objetivo que persigue el proyecto denominado Carrers que parlen, una iniciativa que ha puesto en marcha el menorquín Macià Florit (Ciutadella, 1990), y que tras varios meses de preparativos está a punto de arrancar.

El propósito no es otro que construir un mapa sonoro de la memoria colectiva a partir de la participación ciudadana y una tecnología de audio denominada geolocalizable. Dicho en otras palabras, se trata de una herramienta para que los habitantes de Ciutadella puedan explicar en primera persona un recuerdo personal vinculado al casco antiguo de la ciudad, según comenta Florit.

En Carrers que parlem pueden tener cabida desde hechos históricos relevantes hasta anécdotas personales que puedan resultar divertidas o curiosas. Florit explica que todos estos recuerdos se situarán en un mapa virtual y posteriormente se podrán escuchar a través de una página web o mediante la aplicación para móviles Sonic Maps. Así, gracias a la tecnología GPS, cualquier persona podrá caminar por las calles de Ciutadella mientras escucha las voces de sus habitantes narrar cualquier historia relacionada con lo que tienen ante sus ojos.


Convocatoria thinkbig

El origen del proyecto se remonta al pasado mes de abril, cuando Florit, sumergido en la búsqueda de becas y ayudas, se topó con la convocatoria Thinkbig, de la Fundación Telefónico, cuyo objetivo es el de financiar proyectos emprendedores de corte social para jóvenes. En total se presentaron más de 1.200 ideas, de las que fueron seleccionadas tan solo 300, entre ellas la del menorquín. El programa consiste en una pequeña ayuda económica complementada con formación en la gestión de proyectos. Su conocimiento previo en el área de los mapas de sonidos, llevó a Florit a embarcarse en la aventura de Carrers que parlen.

Sostiene el joven que la iniciativa tiene una doble vocación «artística y social», pero que por encima de todo está pensanda con el objetivo de «fomentar la participación ciudadana». Está convencido de que aunque la mayoría de las personas pueden pensar que no tienen ningún recuerdo importante, siempre se puede aportar algo interesante. Según él, todo el proceso implica «un ejercicio de memoria» para poder salir adelante, algo que considera «muy bonito».

Para Carrers que parlem todas las voces del pueblo son válidas. Sostiene su promotor que sirven recuerdos de cualquier lugar, tiendas, rincones que han desaparecido, costumbres y hasta anécdotas personales. «Todos los recuerdos son bienvenidos», concluye Macià Florit.