Imagen de archivo del puerto de Maó. - Javier

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El director para Europa del grupo ecologista marino Oceana, Xavier Pastor, considera positivo que el dragado del puerto de Maó se realice tras unos nuevos estudios del Instituto Español de Oceanografía sobre la presencia de metales pesados.

Así lo ha apuntado la Fiscalía de Medio Ambiente en el momento de archivar la denuncia penal por esta extracción de lodos del lecho marino presumiblemente contaminados y su posterior vertido en la costa sur de Menorca.

Para Oceana la decisión judicial demuestra que la fuerte oposición generada desde hace meses en contra el proyecto estaba justificada.

Este posicionamiento lo dio a conocer esta entidad en las últimas horas.

Pastor ha mostrado su esperanza en que «con este nuevo proyecto se haga una gestión adecuada del material a dragar, con elevado contenido en materiales pesados y especialmente en mercurio, y no se permita el vertido de estas sustancias peligrosas al mar».

Para el director de Oceana «sería una gran irresponsabilidad añadir más dosis de mercurio al mar dados los problemas de contaminación que ya se han documentado en relación con este elemento contaminante».

Desde la entidad conservacionista se confía en que el relevo al frente de Autoridad Portuaria de Baleares, con el nombramiento de Alberto Pons como presidente, suponga un cambio de actitud de la institución en lo que se refiere a este tema.

En este sentido se confía en que Puertos cumpla con todos los requisitos de protección del entorno medioambiental fijados por el Protocolo de Londres.

También recuerdan que la Directiva Marco del Agua de la Unión Europea obliga a interrumpir o suprimir de manera progresiva el vertido de sustancias peligrosas.

En el caso del dragado del puerto todas las partes reconocen la necesidad de extraer lodos del lecho marino para aumentar el calado en Maó y que los grandes buques puedan operar con seguridad. Las discrepancias surgen sobre qué hacer con los fangos que se extraigan.

El GOB y otras agrupaciones similares quieren descontaminar la tierra antes de volver a verterla al mar mientras que Puertos consideraba hasta ahora que no era necesario.