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La Agencia Estatal de la Administración Tributaria ejecutará en breve la primera de las cuatro fases previstas para reforma de su oficina en Menorca, ubicada en el Moll de Ponent de Maó. Las obras arrancan dos años después de que la entidad adscrita al Ministerio de Economía y Hacienda iniciara la licitación, y lo hacen con varios cambios respecto al proyecto inicial.

Cinco empresas (cuatro de ellas radicadas en Menorca) presentaron su oferta al concurso cuyo proyecto base de licitación se cifró en 199.990 euros. Las obras se ha adjudicado a la empresa Antonio Gomila por un importe de 151.250 euros, al resultar la oferta más ventajosa para la administración.

Las obras tienen una duración estimada de 16 semanas y se refieren únicamente a la primera fase de reforma total del edificio. Según señalan desde la Agencia Tributaria, no está previsto el traslado de las oficinas ya que se han diseñado para compatibilizarlas con el funcionamiento normal del edificio.

Tras el período de licitación, en enero de 2012 la Agencia Tributaria y la empresa CLEOP S.A. formalizaron el contrato de obras por un importe de 1,2 millones de euros (el importe base de licitación se había fijado en 1,7 millones). Además de la reforma del edificio, también se planteaba una ampliación para dar respuesta a las necesidades de espacio. No obstante, las obras no pudieron iniciarse porque el contratista no aportó la documentación, además de presentar concurso de acreedores.

Ante este nuevo panorama, desde la Agencia Tributaria señalan que «habida cuenta del tiempo transcurrido desde la redacción del proyecto y del cambio de las necesidades de la oficina, el planeamiento inicial del proyecto se modificó para adaptarlo al nuevo marco espacial» en el que prima la configuración de espacios abiertos destinados a ofrecer una mejor atención a los ciudadanos y compatibilizarlo tanto con el funcionamiento de la administración como con las restricciones económicas. Por lo que se constató que la ampliación no era necesaria.

Las cuatro fases de las obras plantean la creación de un nuevo acceso y se instalará un nuevo ascensor y escalera. Se suprimirán las barreras arquitectónicas, se redistribuirán los espacios interiores y se configurará en espacios abiertos. Se sustituirán parcialmente los muros, los equipos de climatización y la iluminación para adaptarlo a la normativa. Las obras pretenden acabar con el deficiente estado de conservación del edificio, levantado en 1955. No se han llevado a cabo reformas desde el 1988.