Preocupación. Tadeo no ocultó su malestar por las movilizaciones pero dijo respetarlas - Javier Coll

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El presidente del Consell, Santiago Tadeo, realizó ayer una valoración negativa de las últimas protestas ciudadanas, en concreto contra la implantación del decreto de Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) y la reforma de la carretera general, porque -reconoció-, eso «implica que algo ha fallado» aunque manifestó su respeto hacia las movilizaciones y «el derecho legítimo a la huelga».

Tadeo fue emplazado por el protavoz del Grupo Socialista, Joan Marqués, a definir su postura respecto a las movilizaciones y dos temas concretos, la educación y la reforma de la Me-1 que proyecta el PP en el tramo de Maó a Alaior, a través de una interpelación presentada en el pleno.

«No me gusta ver la gente en la calle», admitió el presidente menorquín, quien en relación al TIL recordó a la oposición que se atengan al reglamento de la institución y planteen cuestiones que son competencia del Consell insular. «Intento no decirles que no a nada», afirmó Tadeo, «pero creo que están equivocando las funciones del pleno».

No obstante, el presidente reiteró el apoyo de su equipo de gobierno al decreto lingüístico y solo pese a admitir que se puede haber «gestionado mal su implantación» o su «comunicación a la comunidad educativa».

Carretera
En relación al proyecto de reforma de la carretera general, el presidente acusó a la oposición de utilizar un doble rasero al criticar el impacto paisajístico del proyecto. En este sentido recordó que la variante de Ferreries «también supuso destrucción de territorio, aquí no agujereamos ninguna montaña».

Tadeo manifestó que las obras del tramo de Maó a Alaior si se comparan con la variante de Ferreries «tienen un impacto cero» e insistió en que el proyecto y las rotondas se han redimensionado «hasta donde lo permiten los técnicos, para no crear más peligro del que se pretende reducir» y añadió que con la obra «damos salida al convenio de carreteras de 2007».