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Puede parecer que todavía estemos en verano, pero el horario de invierno ya esta aquí. Como cada último sábado de octubre se repite la frase de «a las 3 serán las 2», lo que equivale a que dormiremos una hora más. Hay quienes defienden el cambio y quienes no. Pero ahora el debate en España se centra en si debemos adaptarnos al huso horario que nos corresponde, el del meridiano de Greenwich, es decir, el británico.

Y es que este año se han dado pasos importantes en ese sentido. El más importante, que el Congreso haya aprobado el mes pasado un informe en el que se pide al Gobierno un estudio socioeconómico para conocer la incidencia que tendría el cambio horario. Esto es algo por lo que desde hace diez años viene luchando la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (ARHOE), una entidad sin ánimo de lucro presidida por Ignacio Buqueras, quien reconocía a este diario que «nunca habíamos estado tan cerca de poder conseguirlo».

Preguntado por el caso de Menorca, reconoce que la posición de la Isla se aproxima más al horario de Berlín, es decir, el que tenemos actualmente, pero aboga por que en un país exista un único huso horario. Sobre los perjuicios que ello implicaría para los habitantes de la Isla, responde que en los años 30 los menorquines tenían unos hábitos más acordes con la luz solar. «Seguramente que almorzaban al mediodía y cenaban a las siete de la tarde», argumenta. A su juicio, cambiar el horario implica «cambiar las costumbres», algo que según explica será positivo para la sociedad en general. «Estamos en un país acuciado por la crisis y que necesita un esfuerzo suplementario para mantener altos niveles de compromiso y eficacia en el trabajo. La conciliación, la igualdad, la corresponsabilidad y la productividad pasan por racionalizar los horarios», explica.

Buqueras concluye recordando que España está desde 1942 en un huso horario que no le corresponde, cuando Franco adelantó los relojes para alinearse con Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, algo que no se volvió a modificar al terminar la contienda. El presidente de ARHOE aspira a conseguir que en marzo de 2014 no se adopte el horario de verano para normalizarlo con los países europeos.