La investigación histórica, la recuperación y reconocimiento de la cocina tradicional de Menorca, pero también su proyección de cara al futuro con espíritu innovador, y poner en valor el producto de la Isla son los ejes fundamentales de la Associació Fra Roger, Gastronomía i Cultura, una entidad que nace para intentar llenar un vacío en materia de gastronomía, abordada en este caso desde «una perspectiva cultural y académica», explican sus promotores.
La asociación ha sido impulsada por un grupo de personas vinculadas al mundo de la gastronomía y la cocina insular, integrado por cocineros, restauradores, gourmets, bloggers y aficionados a la cocina, que conjuntamente con el Institut Menorquí d'Estudis, como institución pública dedicada al estudio de la cultura menorquina, han trabajado durante los últimos meses en la configuración y definición de los objetivos y características de la agrupación. Avanzan que se trata de un proyecto abierto a todo el mundo que quiera sumar esfuerzos para contribuir al conocimiento de «una parte de nuestra cultura e identidad, y ponerla en valor, también como un recurso turístico».
El nombre de la asociación es un homenaje a Fra Roger, el padre franciscano que en el siglo XVII realizó una recopilación de recetas que él mismo cocinaba en el Convent de Sant Francesc de Ciutadella, y que en su día ya fue objeto de una publicación por parte del IME titulada «Art de la Cuina».
La entidad se constituyó el pasado viernes con la aprobación de sus estatutos, que en breve se tramitarán a través del Registre d'Asociacions de la CAIB. También se eligió una junta directiva provisional, presidida por Josep Borràs Anglada, hasta que no se convoque su primera asamblea de socios.
Tal y como se recoge en el preámbulo de sus estatutos, la asociación sostiene que la gastronomía ha tenido siempre «una gran importancia para la economía de una sociedad», pero consideran que desde hace ya bastante tiempo «la dimensión cultural» ha adquirido una especial relevancia, lo que ha desembocado en un gran número de estudios e investigaciones sobre las prácticas alimentarias «que han potenciado nuevos elementos que contribuyen al reconocimiento de su identidad».
Consideran que la tradición gastronómica de la Isla cuenta con una buena documentación histórica, algo que a su juicio no se ha traducido en la divulgación de las prácticas tradicionales, muchas veces ligadas al ámbito doméstico, y sin gran proyección en el mundo de la hostelería. Es por ello que la entidad quiere contribuir a crear «un marco común de referencia» para potenciar la tradición culinaria en la Isla.
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