Reynés asegura que en Maó llevan tiempo meditando la decisión

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La esperanza de vida del Consorcio de Disciplina Urbanística en Suelo Rústico es realmente escasa. Su puntilla la podría tener en estos momentos el Ayuntamiento de Maó, cuyo equipo de gobierno tiene la firme intención de salir del organismo si el Consell decide no disolverlo. En este escenario, poco sentido tendría la continuidad de un ente supramunicipal en el que no estuvieran los dos principales municipios de la Isla.Cabe recordar que desde 2011 el Ayuntamiento de Ciutadella no forma parte del organismo nacido en julio de 2004.

La alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, reconoció ayer que el equipo de gobierno municipal lleva meses analizando la posibilidad de abandonar el consorcio en rústico. El planteamiento no surge por cuestiones de las cantidades recaudadas por sanciones, afirma la alcaldesa, sino por la constatación en la práctica de la falta de agilidad y funcionalidad del organismo.

De hecho, fue Reynés quien puso sobre la mesa en la reunión de alcaldes celebrada el pasado viernes, en la que el Consell planteó la necesidad de reducir su aportación a distintos servicios mancomunados a causa del impacto de la indemnización a Cesgarden en sus cuentas, la posibilidad de dar por cerrada la trayectoria del consorcio y abrió el debate al respecto. «Es algo que en el Ayuntamiento de Maó hemos hablado muchas veces, no es ágil, vemos como los temas se encallan, con informes que van de una administración a otra», explica Reynés. También acusa su falta de medios a la hora de recaudar las sanciones que impone, algo que sería más eficaz en manos de una administración municipal.


Reunión con Vidal

La máxima responsable del Consistorio mahonés asegura que la decisión no está tomada al cien por cien, pero deja clara la predisposición del equipo de gobierno del PP en este sentido. Los populares quieren mantener las formas y ser respetuosos con el proceso en un momento de cambio de titular en el Departamento correspondiente. Hoy representantes del Ayuntamiento de Maó se reúnen con la que será nueva consellera de Ordenación del Territorio, Marta Vidal, un encuentro en el que el tema saldrá a relucir.

Luego, con las posiciones ya fijadas, el equipo de gobierno de Maó quedará a la espera del informe que elabore el Consell sobre la continuidad del consorcio en rústico, puesto que siempre es preferible una disolución pactada que una salida traumática que deje el consorcio bajo mínimos y prácticamente muerto. Así las cosas, y pese a la cautela ya comentada, Reynés no esconde que su voluntad, en estos momentos, es encontrar el mejor modo de dejar de pertenecer al consorcio.

Además, Reynés no quiere que la decisión final se demore mucho en el tiempo y declara que sería oportuno que la resolución del asunto quedara sellada antes del 31 de diciembre, para no complicar más el proceso y poder afrontar el nuevo escenario en cuanto a la disciplina urbanística en suelo rústico ya con el cambio de año.

La posición de Reynés y su equipo de gobierno, tal como ella misma reconoció, quedó ayer reforzada con la información publicada por elMENORCAen la que se exponía que el Ayuntamiento de Ciutadella ha cobrado ya este año por sanciones urbanísticas en suelo rústico casi el doble del dinero que tenía previsto para todo el ejercicio.