Los ponentes de la jornada de ayer que analizó el bloque de territorio y paisaje - Gemma Andreu

TW
0

El aumento de la presión humana en los espacios naturales sin que exista ningún tipo de gestión representa un riesgo para la conservación del territorio y el paisaje. Es una de las conclusiones de la sesión de ayer de las Jornadas sobre los 20 años de la Reserva de la Biosfera, que reunió a siete técnicos y científicos moderados por Agnès Canals, de la sección de Ciencias Naturales del IME.


Litoral y áreas interiores

Los espacios naturales litorales son el más claro ejemplo porque se han popularizado y su uso turístico y recreativo se ha masificado. Es lo que afirma el geógrafo Francesc Xavier Roig, quien apunta que a la masificación se suma «la falta de planificación, gestión y ordenación, incluso falta de concienciación, que ha generado una serie de conflictos que ponen en peligro la estabilidad de algunos medios naturales que son precisamente el atractivo turístico recreativo de esta franja litoral». Los impactos son El científico de Qu4tre y Biogeomed-UIB aboga por planes de gestión para evitar «hipotecar el medio y la satisfacción de sus usuarios».

Sobre los efectos de la frecuentación sin gestión se manifiesta también Félix de Pablo (IME), quien detecta «una presión humana de baja intensidad, pero prolongada en el tiempo, sobre áreas naturales y rurales dónde hasta hace poco no existía». El fenómeno choca con «la alta vulnerabilidad del territorio menorquín» y podría tener consecuencias «deteriorando la conservación de especies e incidiendo negativamente sobre el territorio», por lo que propone que se tenga en cuenta «el coste» que tiene la mayor presión humana en el medio natural. «No poner mecanismos para mitigarlo sería una irrespondabilidad», afirma.

Por otro lado, el biólogo Miquel Truyol Olives (IME), en su ponencia sobre la gestión efectiva de los espacios naturales, plantea «definir los objetivos de gestión de cada espacio» creando nuevas sinergias de participación, implicación y sensibilización de la sociedad.

Por su parte, el ingeniero Eduard Furró (GOB), en el ámbito de las energías renovables, propone iniciar «urgentemente» un proceso de transición a un nuevo modelo energético sostenible y más autosuficiente para Menorca.