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«Suerte que era domingo, llega a ser otro día y hubiera sido una tragedia». Fue la frase más repetida el mediodía de ayer en las inmediaciones del colegio concertado Sant Francesc de Sales (Calós) de Ciutadella, tras derrumbarse el techo de dos aulas, ubicadas en la esquina de la calle Constitució y Santa Rosalia.

El suceso se registró poco antes de las 12 horas del mediodía. El techo del aula de dibujo (situada en la segunda planta del inmueble) se vino abajo, provocando a su vez la caída del techo del laboratorio, situado en la primera planta. La planta baja de esta parte del edificio en un primer momento no se vio afectada, aunque tras las primeras inspecciones se apreció que la estructura también ha quedado notablemente dañada, y en las próximas horas está previsto que también se proceda a demoler esta parte, que corresponde a los vestuarios del teatro salesiano. El derrumbe también provocó grietas en la fachada.

De inmediato se personaron en el colegio los bomberos y la policía local, acompañados por los servicios sanitarios. Lo primero que hicieron fue entrar en el edificio para descartar que no hubiera nadie en su interior. Una vez confirmado que no había heridos, se procedió a retirar los elementos más inestables, acordonar la zona y trasladar los vehículos estacionadas cerca de la zona afectada.

La parte dañada del edificio es la más antigua del inmueble, construido hace más de 50 años, y la que acoge las aulas de Primaria. La zona reservada a Secundaria, situada en las plantas superiores del bar de Calós y que fue completamente reformada hace algo más de diez años, no se vieron dañadas. El inmueble pasó precisamente en marzo la Inspección Técnica de Edificios (ITE), lo que demuestra que «las medidas de prevención nunca son suficientes», recalcaron fuentes municipales.

Inspección

Tras una primera inspección en el edificio realizada por los arquitectos e ingenieros municipales, así como por los bomberos y el arquitecto de los salesianos se acordó «por prevención» clausurar la actividad del edificio. Así han quedado suspendidas todas las clases del centro, tanto de Primaria como de Secundaria. También se cerró el bar y el santuario de Maria Auxiliadora. La actividad de todo el edificio queda así paralizada al menos hasta esta tarde. Esta mañana los técnicos revisarán el inmueble en todo su conjunto, con las catas pertinentes, y decidirán qué parte queda inhabilitada y cuál no.

Por otro lado, la Policía mantiene, al menos hasta este mediodía, cortado el tráfico en este tramo de la Contramurada y parte de las calles Maria Auxiliadora y Santa Rosalia, y se prohibe transitar por la acera de delante del colegio.

Se desconocen las causas que han provocado que parte del techo de Calós se haya derrumbado, y serán los técnicos los que en los próximos días determinen el motivo del desprendimiento. Algunas fuentes apuntan que puede estar relacionado con las lluvias acumuladas durante estas tres semanas, ya que las vigas parece que están en buen estado. Precisamente hace unos dos años se acometieron mejoras en la impermeabilización de esta parte del edificio. Por ello no se descarta que el agua acumulada en el pavimento haya podido provocar un cierto movimiento en el edificio.

En el lugar del suceso se personaron tanto el alcalde de Ciutadella, José María de Sintas, así como varios de sus concejales, la consellera de Educación del Govern balear, Joana María Camps, la delegada de Educación, Maite Torrent y el conseller de Cooperación Local, Juanjo Pons, además del jefe de bomberos, Joan Gorrias y el inspector de la Policía Local de Ciutadella, Ignasi Camps.