El Consell Insular presentó ayer un presupuesto de 76,7 millones de euros, lo que supone un descenso del 5,53 por ciento, 4,5 millones de euros respecto al año 2013. Las cuentas, no obstante, tienen un carácter provisional por cuanto, como ya anunció el presidente de la institución, Santiago Tadeo, el equipo de gobierno ha optado por llevarlas a aprobación sin incluir la nueva ley de financiación, ni anticipo alguno.
Será durante el primer trimestre del año próximo cuando el Consell apruebe una modificación presupuestaria que incluya el acuerdo alcanzado en el Consejo Finaciero Interinsular, lo que obligará a cambiar ostensiblemente el capítulo de transferencias corrientes para adaptarlo al nuevo modelo, en que desaparecerán los convenios referentes a competencias propias. Tadeo explicaba ayer que «es difícil de calcular en cuanto se ampliarán los presupuestos aunque avanzó que la cantidad girará en torno a los tres millones de euros.
Ingresos y gastos
En el capítulo de ingresos, al margen de esa caída ficticia de la aportación del Govern, el Consell se verá afectado por una descenso de las aportaciones corrientes del Estado, que descienden 1,7 millones tras el sorprendente ascenso relativo al impuesto sobre el tabaco del año pasado.
También el dinero que sobre el papel llegará destinado a inversiones concretas descenderá de los 27 millones de 2013 a los 25,5 del año próximo por la caída del supuesto dinero que se prevé que llegue de las inversiones estatutarias. Esos descensos tienen su reflejo en el capítulo de gastos y especialmente en el de inversiones, con la desaparición de los 1,25 millones del llamado Pla de Cooperació Local (aunque Tadeo aseguró que los ayuntamientos recibirán alguna cantidad para obra pública).
El Consell se destacó ayer un nuevo esfuerzo en la contención del gasto corriente en bienes y servicios, partida que cae un 3,4 por ciento, así como la reducción del gasto en personal tras un «ajuste al gasto real».
La sentencia del caso Cesgarden ha alterado la planificación del equipo de gobierno en materia fianciaera. Los 1,5 millones de euros que destinará el año que viene al pago de la indeminización «reduce la disponibiidad de recursos», explicó Tadeo, y ha tenido reflejo directo en el capítulo de pago de intereses, que pasa de un millón a 1,7.
La deuda a largo plazo de la institución sufrirá un incremento del 50 por ciento, pasando de los 35,8 millones a los 53,6 millones. La diferencia son los 23 millones de euros en que está establecida la deuda con la promotora a día de hoy. En cuanto a la deuda bancaria, el Consell sigue sin poder aprobar nuevo endeudamiento para cumplir con su Plan de Ajuste.
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