El conseller de Agricultura y Economía del Consell de Menorca, Fernando Villalonga, ha informado hoy de que su departamento busca opciones para abaratar la eliminación de animales muertos en las fincas agrícolas.
Entre las propuestas debatidas con el sector isleño se encuentra la declaración de Zona Remota que debería negociarse con el Govern balear.
Su efecto más importante es que permitiría a los ganaderos enterrar a sus reses muertas en sus propias fincas, a menos que hubieran fallecido por alguna infección peligrosa, por lo que deben ser incineradas en el horno habilitado en Es Milà.
Otra opción que se baraja es reservar un espacio en el vertedero de Es Milà para permitir la inhumación de estos animales.
En estos momentos todo este ganado que muere tiene que pasar por el horno crematorio. Esta medida se introdujo tras la aparición de los casos de «vacas locas», ante la posibilidad de transmisión de la enfermedad a los humanos.
En Menorca se paga de precio base por la eliminación del ganado 1,01 euros por kilo de animal, una de las tarifas más altas del país. En Murcia, en cambio, sólo se pagan 22 céntimos por este mismo servicio.
En el caso de Menorca las administraciones aportan hasta 120 euros por animal fallecido para rebajar el coste final a siete u ocho euros aproximadamente.
Pero Villalonga considera que «se trata de unas ayudas que serán inviables a largo plazo por lo que se requieren otras soluciones».
En este sentido, algunas entidades como el sindicato Unió de Pagesos ya solicitó al Consell que revise las tarifas del servicio en Menorca para rebajar los precios finales.
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