Este fin de semana se clausuran las séptimas Jornadas de Tapas y Pinchos de Menorca. - Josep Bagur Gomila

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Nadie pone en duda el potencial turístico que atesora la gastronomía menorquina. Pero de momento no es más que eso, una vía que lleva años intentándose rentabilizar a través de diferentes acciones sin que, como reconocen desde el sector de la restauración, se haya traducido en algo positivo. El ejemplo más claro al respecto, tal y como comenta el presidente de la Asociación de Restauración de CAEB, Francisco Carrasco, es la participación de Menorca en la plataforma gastronómica Saborea España, una acción «que no ha acabado de ofrecer resultados».

Pero la realidad es que cada vez son más los turistas que tienen en cuenta la gastronomía a la hora de viajar. A nivel nacional, la cocina española atrajo el año pasado a 5,6 millones de visitantes, según se recoge en un informe de Turespaña. Saber como esa tendencia está teniendo efecto en Menorca resulta «muy difícil» de averiguar, apunta el secretario de la Asociación de Cafeterías, Bares y Restaurantes de PIME, Jordi Bosch, a quien no obstante le preocupa más la caída sufrida el pasado verano del turista nacional, el más rentable para este tipo de negocios.

En este contexto, la Fundació Destí ha iniciado los trámites para constituir el Club del Producto Gastronómico con el fin de promocionar la cocina insular como atractivo turístico. Además de PIME y CAEB, se han embarcado en este proyecto la Associació de Cellers, la Denominación de Origen del Queso Mahón-Menorca y el Institut d'Estudis Menorquins. Un intento más que Bosch espera sea el definitivo. «El principal problema que tenemos para lograrlo es el escepticismo reinante en el sector. Ahora resulta difícil movilizar a la gente después de que el resto de iniciativas no prosperara por falta de continuidad», explica.

El primer paso que se ha dado para poner en marcha este nuevo club ha sido realizar sesiones informativas en varios municipios con el objetivo de conseguir que el sector de la restauración recupere la confianza en la promoción gastronómica y se adhiera a alguna de las cuatro rutas gastronómicas que se han perfilado: queso, vino, gastronomía marinera y recetas tradicionales menorquinas.