Algunos prefirieron contar con la ayuda de unos «pingüinos» para mantener el equilibrio - Josep Bagur Gomila

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Al fin llegó la hora de patinar. Tras los problemas técnicos que la semana pasada obligaron a retrasar su entrada en funcionamiento, la pista de hielo instalada en la Plaça Nova de Ciutadella inició ayer su actividad. Y lo hizo con una jornada muy animada, ya que tan solo durante la mañana recibió la visita de 150 escolares.

La instalación ha despertado mucho interés en la Isla, según explican sus responsables, que esperan recibir muchas visitas de otros municipios durante los próximos días. De hecho, se tiene constancia de que fueron muchas las familias que al no haberse enterado del retraso en la apertura visitaron Ciutadella el fin de semana pasado con el propósito de estrenar la pista.

Lo que se puso de manifiesto en la primera jornada es que los menorquines no están muy acostumbrados a esta actividad deportiva. Fueron muchos los niños que tras el primer contacto con la pista «besaron» el hielo unas cuantas veces. No obstante, en poco tiempo se hicieron con el control de los patines y hasta alguno se atrevió con alguna que otra pirueta. Para los más temerosos a soltarse, las instalaciones ofrecen la ayuda de unos «pingüinos» para mantener el equilibrio.


Para todas las edades

Se estima que durante estas fiestas pasen al menos 600 escolares que han recibido una invitación. Sin embargo, tal y como recuerda Antoni Moll, responsable de la empresa organizadora EME Produccions, el patinaje es una actividad pensada para todas las edades, por lo que anima a que los mayores también se atrevan a calzarse los patines. En ese sentido, recuerda que ofrecen números de calzado desde el 21 hasta el 47. Eso sí, los menores de cinco años tendrán que deslizarse por la pista siempre con el acompañamiento de una persona mayor.

Esta es la primera ocasión en que Ciutadella cuenta con una pista de hielo, y de hecho es la única en Menorca que se ha instalado al aire libre. Ese ha sido un factor que ha pesado a la hora de su entrada en funcionamiento, pero parece que todos los problemas han sido solventados con garantías gracias a un sistema de refrigeración menos ruidoso que mantiene la pista a una media de 10 grados bajo cero y con un grosor, dependiendo de las zonas, de entre 20 y 80 centímetros.


Horarios

La atracción permanecerá abierta hasta el 7 de enero, todos los días, de 10 a 14 horas y de 16 a 21 horas. La entrada costará tres euros en las jornadas laborables y cinco los festivos por media hora de patinaje. Según cuentan sus promotores, solamente hacen falta muchas ganas de pasar un buen rato y comprometerse a cumplir unas normas básicas de comportamiento para evitar riesgos y accidentes. Los 200 metros cuadrados de superficie de la pista permiten que patinen al mismo tiempo hasta medio centenar de personas.