Jaume Obrador asume la presidencia de la entidad ecologista con mucha ilusión aunque con respeto hacia quienes le preceden. Su línea será continuista y pretende que exista más diálogo tanto con la administración como a pie de calle - Javier Coll

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Hace tan solo siete días que la asamblea del Grup Balear d'Ornitologia (GOB) elegía a Jaume Obrador (Maó, 1950) como nuevo presidente de la entidad. Asume el cargo en un momento de numerosos frentes abiertos. La modificación del Plan Territorial Insular, el dragado del puerto de Maó y la reforma de la carretera general, entre otros, son algunos de los acontecimientos en los que la entidad seguirá luchando en defensa de los intereses ambientales de la Isla. Obrador es socio del GOB desde casi sus inicios. Profesionalmente, ha sido telegrafista y también director de banca de Colonya-Caixa de Pollença desde el año 2000. Además, ha sido director de Caritas Arciprestal de Maó. Actualmente, ya jubilado, se embarca en este proyecto ecologista con ilusión aunque con algo de «respeto».

¿Cómo afronta esta nueva etapa al frente del GOB?
- Con mucho respeto por la labor que se ha hecho y se está haciendo, con unas ganas enormes de ayudar en todo cuanto esté en mis manos y con mucha ilusión. Pero también con cierto respeto y temor de no saber estar a la altura, con los temas abiertos que están abiertos.

¿Qué supone para usted esta entidad ecologista?
- Es una entidad que se merece toda mi confianza. Le tengo una estima especial. En 1997 el GOB y Caritas de Menorca organizaron las primeras jornadas de economía alternativa y útiles financieros, impulsadas por Colonya-Caixa de Pollença. Y fue a raíz de estas jornadas que entré en contacto con la banca ética. Al poco tiempo, Colonya-Caixa Pollença me ofreció trabajar con ellos. Abrimos la primera oficina en Menorca.

¿Qué objetivos pretende lograr durante su mandato?
- Aún estoy aterrizando y debo ponerme al día en muchos aspectos. La idea es continuar con la política desarrollada por el GOB hasta el momento. Y si hay que añadir algo más, intentaremos conseguir un mayor diálogo, tanto con la sociedad como con las administraciones. Lo cierto es que, en el primer caso, ya se ha logrado, porque a pesar de la crisis y los temas polémicos, el GOB ha crecido en número de socios. Falta que este diálogo se materialice en otros estamentos.

El GOB ha demostrado ser un movimiento activo, que no calla y, como bien dice, ha aumentado su apoyo social.
- Si no tuviéramos este apoyo, el GOB debería callar ante muchos casos. Pero con el apoyo, nos vemos con fuerza de continuar en esta línea. Somos más de 1.200 socios. Además, si el GOB no existiera tendríamos que inventarlo, por su conciencia crítica. Son los socios quienes sustentan el GOB. No recibe subvenciones, las cuotas de los socios son las que cubren la labor. Sí es cierto que recibe financiación para proyectos concretos.

¿La pérdida de apoyo externo puede hacer peligrar proyectos?
- Es lo que ha ocurrido con el Museu de la Natura. El temor existe. Las administraciones pueden condicionar los proyectos si nos recortan, pero lo que tenemos muy claro es que nada condicionará la manera de pensar del GOB. Paradójicamente, a medida que recortan las ayudas, crece el número de socios.

¿La entidad pretende reducir la dependencia de estas ayudas?
- Por sistema, todas las entidades avanzan hacia la autofinanciación.

Se acaban de cumplir 20 años de la declaración de Menorca como Reserva de la Biosfera. ¿Cómo valora esta etapa? ¿Cree que se ha gestionado bien esta declaración?
- Creo que se ha hecho bastante trabajo pero ahora se está dando un paso atrás. La revisión del PTI, por ejemplo, es una manera de querer tirar por tierra un trabajo de muchos años. A ello se suma el proyecto de las 'macrorrotondas'. No tienen sentido en esta Isla.

¿Y cree la candidatura para la Menorca Talayótica es un avance o es innecesaria?
- Creo que es innecesaria porque si se siguen las líneas de la Reserva de la Biosfera ya se incluye lo que se pretende lograr con la Menorca Talayótica. Tengo la impresión de que se quiere confundir con una reserva de indios, todos encasillados, sin que nadie se mueva, con un pensamiento único.

El GOB logró paralizar el dragado. No obstante, la Fiscalía ha archivado la denuncia y ahora levanta el veto.
- El dragado es necesario pero debe hacerse bien y con garantías medioambientales. No decimos cómo debe hacerse sino que se haga bien. El temor que tenemos es que ahora se vuelvan a repetir los mismos errores.

Otro frente abierto es la reforma de la general. ¿Cómo valora la actuación del Consell?
- A pesar de que digan que se ha reducido el impacto, no se ha reducido prácticamente nada. Creo que ha faltado diálogo. Y diálogo no es dejar hablar, sino participar de las opiniones y buscar un consenso por Menorca. Pero es otro tema del que debo informarme y ponerme al día.

La nueva consellera de Ordenación del Territorio, Marta Vidal, dijo en su entrevista al «Menorca» que buscará el consenso con los menorquines en lo que respecta al PTI. ¿Les transmite confianza?
- No son palabras fáciles de decir. Si lo dice, participaremos en esta búsqueda del consenso, pero no con ellos, sino con todos los menorquines. Debemos respetar lo que ha dicho, pero tenemos poca confianza.