Los clubes náuticos y escuelas pierden la exclusividad en la expedición de autorizaciones federativas o 'titulín' - Archivo

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La anunciada modificación de la normativa sobre las titulaciones de la náutica de recreo ya se encuentra en fase de borrador, sometido a exposición pública, y contempla atribuciones para los titulados en el manejo de barcos y yates que amplían las esloras y las millas y zonas de navegación.

La nueva Orden del Ministerio de Fomento nace con el objetivo de dinamizar el sector y hacer más fácil y accesible la obtención de los títulos necesarios para practicar la náutica sin menoscabar la seguridad, algo que sin embargo ya levanta voces en contra desde las escuelas del mar.

De este modo, si un patrón de embarcación de recreo (PER), una de las titulaciones más utilizada, estaba facultado para dirigir barcos de hasta 12 metros de eslora y navegar en la zona comprendida entre la costa y una línea paralela trazada a 12 millas -así como la navegación interinsular-, con la modificación propuesta la eslora aumenta a los 24 metros y se faculta para navegar entre las Islas y la Península.

Otro de los cambios afecta al título de patrón de yate, cuyas atribuciones pasan del gobierno de barcos de vela o motor de 20 metros de eslora a los 24 metros; además, la zona de navegación paralela a la costa se amplía de 60 a 100 millas y, con unas prácticas específicas, os titulados podrán navegar por todo el Mediterráneo.

Las atribuciones para el capitán de yate, sin limitaciones de eslora o potencia y sin límite geográfico, se mantienen igual, y tampoco varían las atribuciones para el título de patrón de para navegación básica.

Los cambios normativos que amplían el tamaño de las embarcaciones y las zonas de navegación se podrán aplicar siempre y cuando las embarcaciones reúnan las condiciones técnicas y de equipamiento adecuadas, según han subrayado fuentes de la Capitanía Marítima de Balears.

Asimismo, la Orden que tramita Fomento contempla la realización de cursos específicos para las comunicaciones, el manejo de los equipos de radio, que a menudo son el origen de falsas alarmas en alta mar.

La reforma mantiene las cuatro titulaciones existentes más las autorizaciones federativas, flexibiliza la convocatoria de exámenes, de modo que las academias privadas también puedan hacerlos si tienen suficientes alumnos, y descarta, por ahora, que las titulaciones náuticas de recreo puedan abrir la puerta a los títulos profesionales.