Borja Carreras, Arturo Bagur y Vicenç Tur - Gemma Andreu

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Los socialistas pudieron repasar ayer en primera voz, los veintiocho años de gobierno de izquierdas. Borja Carreras (alcalde del 1983 al 1993), Arturo Bagur (de 1993 al 2008) y Vicenç Tur (del 2008 al 2011) compartieron recuerdos, logros, alguna que otra autocrítica, y varios reproches al retroceso a épocas dictatoriales y franquistas por mor a las políticas de derechas.

El acto, organizado por Joventuts Socialistes, pretendía «conocer de dónde venimos para saber hacia dónde avanzar». Contó con la asistencia de unas cuarenta personas, entre ellos, numerosos concejales de legislaturas pasadas y jóvenes implicados en el socialismo.

Los tres exalcaldes clamaron en favor del municipalismo para lograr el «enganche» electoral que precisa el partido. «El PSOE nace de una fuerza municipalista», abogaba Carreras, mientras Bagur animaba a «entusiasmar a la gente con el municipalismo para crear listas» y, ganar las elecciones. En esta línea, Carreras consideró que «el partido está despistado, no demuestra una oposición clara contra las políticas 'populares', completamente opuestas al gobierno desde la proximidad».

Uno de los ejemplos de esta pérdida de poder municipal radica en la Ley de Reforma de Entidades Locales que, en palabras de Arturo Bagur, «es una ley ideológica, para una ciudad de ricos y pobres, y a través de la que el PP pretende atajar de raíz una ideología que no compartían». Además, añadían que los populares «pretenden dejar a los ayuntamientos con menos competencias que las que encontramos en 1983», inicio del periodo socialista.

Borja Carreras decidió implicarse activamente en política a raíz del golpe de estado del 23F. Dinamizar la administración de puertas para adentro fue el primer objetivo a lograr para atajar el déficit de personal y tecnológico que padecía la administración. Además, desclasificó la práctica totalidad del suelo urbanizable de la costa, a excepción de las urbanizaciones con infraestructuras y servicios. Y en tercer lugar, «me puse entre ceja y ceja» la organización de servicios básicos.

Asimismo, abogó para que la ciudad dejara de mirar de espaldas al puerto. A todo ello, Carreras recordó que en el primer pleno municipal como alcalde «simbolizamos el cambio político con la renovación de una docena de placas de calles».

Por su parte, Arturo Bagur defendió la «construcción de una ciudad desde la consolidación de los servicios sociales hasta el fomento de la cultura». No dudó en reprocharse «una retirada demasiado tardía», así como «no haber dejado consolidada una estructura indestructible en formación».

El «horizonte de una crisis económica» marcó la legislatura de Vicenç Tur. No obstante, destacó la gran colaboración «interadministrativa», lo que logró estancar la bajada de ingresos. No dudó en destacar el polígono IV Fase como el gran proyecto socialista.

Para Tur, «la espina clavada» radica en no haber podido aprobar definitivamente el PGOU. «Nadie duda de que es un planeamiento socialista, el PP lo tiene en un cajón y no lo aplica».

Tur lamentó a su vez haber hecho demasiadas horas en su despacho y pocas en la calle.