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Menorca volverá a quedar el 29 de marzo sin servicio público aéreo con Madrid. El Ministerio de Fomento anunció este viernes que ha acordado resolver, de mutuo acuerdo, el contrato con Air Nostrum para «mejorar las condiciones» de la OSP y reanudar las obligaciones, en régimen de monopolio, a partir del próximo 1 de octubre. Pero, para no dejar desatendido el servicio, ha comprometido a la compañía a que siga operando en la ruta entre la capital y la Isla durante los meses de abril y mayo, que en principio también estaban sujetos a la declaración.

Air Nostrum, que dice tener interés en no abandonar la línea con Madrid, competirá en verano en libre competencia con otras operadoras (el año pasado Vueling y Ryanair también programaron vuelos con la capital). Que lo haga asimismo a partir de octubre dependerá de si, como parece, el Ministerio le hace caso y atiende su petición de mejora de las condiciones «en beneficio de la población residente en Menorca».

La aerolínea esgrime que la ruta con Madrid es «altamente estacional», hasta el punto de que concentra dos tercios de sus 265.000 pasajeros anuales en los meses de verano. Aún así, si se mantuviera el tráfico de la temporada de invierno 2011-2012 -que sirvió de base para la declaración-, sería viable operarlo en servicio público.

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Pero entre los meses de marzo y noviembre se ha producido una «inesperada caída de la demanda» que ha provocado un descenso de en torno al 40 por ciento en el número de pasajeros. Asegura haber perdido 1.790.250 euros en los cinco primeros meses de servicio público de la ruta Menorca-Madrid.

Los 900.000 euros de subvención a los que renunció Air Nostrum al optar al servicio público -el Gobierno ofertaba un máximo de 2,4 millones pero la compañía se ofreció a prestarlo a cambio de solo 1,5- han acabado agravando sus «pérdidas de explotación», que ahora son «muy superiores a las previstas inicialmente». Todo eso hace que sea «imposible preveer una operativa razonablemente rentable».

Así que el 29 de marzo, con dos meses de antelación, hará coincidir el fin de la programación de invierno con el del servicio público. Empezará entonces la cuenta atrás para definir la nueva oferta. El Consell confía en que dé tiempo y ya se disponga de nuevo concesionario a partir de octubre.