Los concejales de Maó fueron depositando, uno a uno, su voto secreto en una urna. | Javier Coll

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El Grupo Popular en el Ayuntamiento de Maó rompió anoche la unidad de voto ante la propuesta del PSOE de instar al Gobierno a dar marcha atrás en la reforma de la ley actual del aborto. El pleno de la Corporación rechazó la propuesta por nueve votos en contra, ocho a favor y cuatro abstenciones y la votación no fue a mano alzada sino secreta y depositando cada voto en una urna.

La moción fue defendida por el edil del PSOE Roberto Sastre, quien emplazó al equipo de gobierno a dar a conocer a los ciudadanos «si hay representantes del PP en esta sala que no rechazan una reforma impulsada por el sector más ultraconservador del partido».

El de Maó no es el único caso en el que las mociones 'tipo' presentadas por los socialistas y otros grupos de izquierda han incomodado a los alcaldes del PP y provocado divergencias en el partido. En 48 horas cinco consistorios han debatido en pleno la moción contra la reforma que plantea el ministro Gallardón y el voto de los ediles 'populares' ha sido diferente en cada caso.

Es Mercadal abrió la tanda de votaciones plenarias motivada por socialistas y nacionalistas, que han logrado su propósito de acorralar al PP con una cuestión, el aborto, que ya divide al partido en el ámbito nacional. La portavoz Antonia Cantallops defendió la abstención de su grupo por entender que el anteproyecto de reforma sufrirá modificaciones y «se incluirán más supuestos».

Ferreries, Es Migjorn, Es Castell  y Maó debatieron ayer la moción con resultados diferentes. El alcalde de Ferreries, Manuel Monerris, manifestó que su grupo esperará a que la propuesta del Gobierno «sea un ley» para posicionarse, mientras tanto su voto es contrario a las mociones. En Es Migjorn, el portavoz 'popular', Ramón Verdú, aseguró que los concejales «votarán como siempre, libremente». Subrayó que no hay directrices de la cúpula del PP insular y que «tampoco las admitiría», aunque sí remarcó que la izquierda a menudo «aprovecha este tipo de mociones para insultar» y reclamó respeto. El pleno deSant Lluís debate hoy la moción contra la reforma  y la postura del PP está por decidir, aunque se estudia dar libertad de voto. Lo mismo ocurrió en Es Castell, donde su alcalde, Lluís Camps, ante la negativa de PSOE y EM-IU a retirar las mociones, decidió que los ediles votarían en conciencia por tratarse de una «cuestión sensible». Ciutadella y Alaior aún no ha tomado una postura al respecto, según manifestaron los presidentes de las juntas locales, Pedro Gener y Cristóbal Marqués respectivamente, pero la reforma será un tema de debate interno en ambos municipios.