El pleno celebrado el miércoles en Es Mercadal fue el último de la nacionalista Rosa Palliser, que deja ahora la política por motivos personales. | Josep Bagur Gomila

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Tenía claro que doce años en política eran más que suficientes. Y la decisión estaba tomada. En las próximas elecciones municipales su nombre no figuraría en las listas de la Entesa des Mercadal y Fornells. Pero los acontecimientos personales, que según bromea «aunque eran buscados han llegado antes de lo previsto», la han llevado a adelantar la medida. Rosa Palliser deja la política para dedicarse en cuerpo y alma a la nueva experiencia de ser madre. Once años implicada en la res publica, ocho de ellos asumiendo áreas de gestión, avalan una nutrida experiencia. Tenía 29 años cuando Ramon Orfila la embarcó en un viaje político no exento de bonitas experiencias. Tampoco de turbulencias. Una etapa brillante vivida de la mano del liderazgo indestructible de Orfila. Otra, menos visible, desde la oposición.

¿Una decisión complicada?
– No demasiado. Dadas las circunstancias y el momento, vi claro que era lo mejor para mí y para la Entesa. Ya había decidido que no iba a concurrir, que no me iba a presentar a las próximas elecciones. Doce años hubieran sido más que suficientes. Ahora, ha llegado el embarazo, buscado, pero antes de lo previsto. Era el momento.

Algunas voces comentan que se trata de un relevo con vistas a las próximas elecciones...
– No ha sido la causa. Pero no voy a negar que Marc Riera es una persona que posiblemente tendrá ganas de continuar en política de cara a las próximas elecciones. Es joven y ha estado rodeado siempre de la política. Ha vivido de cerca los problemas del pueblo, el territorio. Para la Entesa, el handicap que teníamos era que los tres éramos de Es Mercadal. Con Riera introducimos la representación fornellera.

En 2003 entra en política de la mano de Ramon Orfila. Joven, en una lista de izquierdas y muy distanciada de la tendencia familiar. ¿Cómo fue su incursión política?
– Fue a raíz de ir a hablar con Ramon para pedirle que presentara una moción a favor de la comunidad mapuche. Al cabo de un tiempo me vino a buscar. Yo tenía mis dudas pero supongo que la ingenuidad de no saber donde te metes y de querer trabajar por tu pueblo me hizo acceder. Soy una persona con inquietudes e implicación y esto lo he aprendido de mis padres que también son así, aunque de otra tendencia. Siempre me han inculcado las cosas para que luego yo elija. No son nada conservadores aunque sigan una tendencia diferente a la mía.

Durante la etapa de Orfila se trazó y desarrolló una idea clara de municipio, ¿verdad?
– Fue un político con un bagaje importantísimo. Tenía las ideas de municipio muy claras y también los criterios ideológicos. El proyecto a desarrollar se diseñó entre 1999 y 2003 y hasta su despedida cada pieza del proyecto fue encajando. Hay que reconocer que tuvimos la suerte, o la desgracia de vivir en un momento económico optimista.

Cuando habla de desgracia, ¿a qué se refiere?
– Que a veces tomamos decisiones precipitadas. Sería el caso del crecimiento del pueblo. No se controló lo suficiente. Es una espinita que llevo clavada. O, por ejemplo, decidir colocar las VPO en un terreno donde ahora se podría haber planteado la opción de ubicar la nueva escuela.

¿Qué proyectos no ha podido ver desarrollados?
– Lo más difícil es la participación ciudadana. La gente se moviliza en temas personales pero en aspectos transversales, cuesta. Y la atención a la familia, otro tema sin logro. También suelo decir que en zonas turísticas, deberíamos mejorar.

Tras el liderazgo indestructible de Orfila, encabeza la lista de la Entesa y en las elecciones pierde un concejal y pasa a la oposición.
– Estuve contenta con el resultado. La Entesa de Es Mercadal siempre había conseguido entre dos y tres concejales. En las últimas elecciones volvimos a lo que era la Entesa antes de la etapa de Ramon.

¿Esperaba un pacto con el PSOE?
– Tuvimos conversaciones tanto con el PP como con el PSOE. Lo que teníamos claro era que no queríamos una silla porque sí y vimos que con la propuesta no estaríamos lo suficientemente a gusto. Fuimos exigentes. Hemos hecho una oposición dura pero constructiva.

¿Cómo valora o definiría estos años de gobierno socialista?
– Valoramos positivamente la capacidad de gestión del municipio. El alcalde ha seguido la línea ya iniciada de ser un pueblo acogedor de actividades, emprendedor y con la idea de mejorar el servicio al ciudadano. Pero nosotros dábamos el toque sensible dentro del equipo de gobierno. Consideramos que el alcalde, en algunos temas, no ha sido lo sensible que hubiéramos querido. Hablo de la Norma Transitoria, es decir, de aceptar negociar con el Consell esta figura, de la ubicación de la escuela y del Plan General.

En concepto de PGOU, ¿qué hubiera deseado la Entesa?
– Que se hubiera planificado a menos años vista, a un máximo de diez o quince años. Menos crecimiento y menos polígono. Hace más de un año que no sabemos nada del Plan. Se ha gestionado de una manera interna.

¿Con qué logros para Es Mercadal se queda?
– Durante los años en el equipo de gobierno consolidamos el equipo de Servicios Sociales. Con la Entesa, la Agenda Local 21 gozaba de mayor dinamismo. En territorio, creo que para Es Mercadal la aprobación del PTI ha sido muy beneficiosa. El número de plazas turísticas que se había pensado para Es Mercadal era una brutalidad. El PTI lo suavizó y se empezó con la adaptación del Plan en las zonas turísticas. Es cierto que el PTI ha dado mucho de que hablar y que tiene errores pero no pasa nada por modificarlo. El problema es como se hace. No apoyamos que el equipo de gobierno aprobara incorporar la Norma Transitoria, más que por el contenido, por la forma. Se tenían que haber hecho modificaciones puntuales del PTI.

Hablemos de Fornells. ¿La Junta Local está dando sus frutos?
– Es una figura que creo que al pueblo de Fornells no le ha interesado. Tampoco ha existido una organización de la Junta. Hay una falta de confianza del alcalde hacia el presidente que tampoco ha ayudado. No ha habido una organización ni interna ni entre la Junta y el Ayuntamiento. Y respecto a la delegación de competencias, no se trata de dar grandes áreas pero alguna sí, al menos se habría sabido si el ente funcionaba.