El trágido episodio tuvo lugar en noviembre de 1936, en plenas represalias por el golpe del bando nacional, y se saldó con decenas de personas fallecidas, entre ellas numerosos religiosos,

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La escultura con la silueta del barco «Atlante» que el Ayuntamiento de Maó colocará en el puerto para rendir homenaje a las víctimas de este trágico episodio histórico en el que murieron 75 personas, en plena Guerra Civil cuando la Isla estaba bajo mando republicano, generó ayer el rechazo de los partidos de izquierdas, especialmente contundente por parte del PSOE. Consideran que la iniciativa del PP es inoportuna y abre de forma innecesaria viejas heridas, optando por destacar unas víctimas por encima de otras. Los populares niegan cualquier intencionalidad ideológica. La inscripción de la placa que acompaña la escultura, en la que se indica que se recuerda tanto a las víctimas del «Atlante» como también a las del conjunto de la Guerra Civil no es suficiente para PSOE, PSM y EM.

El secretario general del PSOE y portavoz municipal, Vicenç Tur, dijo estar «alucionado» horas después de conocer el proyecto. «Es escandaloso, remueve parte de una historia traumática y dramática, porque la Guerra Civil fue muy dura, y los primeros años del franquismo, porque hablamos de una ciudad del bando perdedor».

Tur asegura que «se puede hacer de otras maneras, pero utilizar el perfil del 'Atlante' es ponerse en un bando, ¿qué tienen que pensar ahora los familiares de las víctimas del franquismo? Nunca me hubiera pensado que llegarían a este extremo». Para Tur la escultura del «Atlante» no es un hecho aislado, sino que recuerda que el PP utiliza permanentemente  cuestiones identitarias, como el topónimo, las banderas o «el uso torticero de Sant Antoni».

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El líder socialista considera que estas iniciativas tienen la intención de «contentar al sector más reaccionario del PP», pero que esta vez «se ha pasado la línea, porque es una cosa muy dura con familias detrás». Asegura que en la sociedad menorquina y mahonesa «había un acuerdo de no rememorar hechos muy duros». También critica las formas empleadas, ya que se enteró de la iniciativa ayer por la mañana a través del responsable de comunicación del equipo de gobierno.

Desde el PSM, Maite Salord afirma que la escultura «está fuera de lugar, está claro que ahora esto no es una prioridad, son ganas de crear polémica», un hecho que a su entender demuestra «hacia que lado se decanta este PP, y que ha desaparecido aquel PP regionalista previo al Govern de Bauzá». Coincide con el coordinador de Esquerra de Menorca, Juanmi Gomila, en que el franquismo tuvo cuarenta años para rendir homenaje a sus víctimas «mientras que otras están tiradas por las cunetas».

Gomila lamenta que se abran estas heridas y que se utilice dinero público para reconocer «solo a una parte de las víctimas». Critica el uso partidista que el PP hace de la Ley de Memoria Histórica, «para ellos unas cosas abren heridas pero otras no».

Reynés se defiende
Tanto en su intervención en la presentación de la escultura como después de conocer  las críticas recibidas, la alcaldesa de Maó, Águeda Reynés, manifestó que en ningún momento la voluntad del equipo de gobierno es crear polémica, sino honrar a todas las víctimas de la Guerra Civil a través de uno de sus hechos más relevantes. «No hay razones ideológicas, se ha concebido en positivo a tenor de la petición de un grupo de ciudadanos». Apunta que es un gesto de recuerdo, de conciliación, de recuerdo, de justicia, «para recordar a todos, también hemos hecho actos de recuerdo a los alcaldes republicanos, por ejemplo». Desde el equipo de gobierno defienden que el proyecto encaja perfectamente en la Ley de Memoria Histórica. Reynés dijo estar sorprendida por la reacción adversa aunque, en parte, «me lo esperaba».