El Fons Menorquí celebró el año pasado los veinte años de la entidad

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El Fons Menorquí de Cooperació gestionará este año un presupuesto de 438.518 euros. El 99,5 por ciento de estos fondos procede de las administraciones públicas, que este año aportan 25 céntimos al mes por habitante. Esto supone una bajada del 3 por ciento en relación al año pasado, y sitúa los índices de solidaridad de la Isla canalizada a través del Fons Menorquí en niveles inferiores a los del año 2001.

Ante esta situación, y tras encadenar un nuevo descenso presupuestario, desde la organización solidaria apuestan por impulsar «los valores que rezuma la solidaridad, a la vez que se reafirma el compromiso de la transparencia y la buena gestión de la entidad». De hecho, el Fons ha decidido encarar uno de los debates ciudadanos surgidos durante la crisis económica, en el que algunas voces piden que se ayude primero a los pobres de nuestro entorno.

«Desgraciadamente, demasiadas veces se juega con la idea de que los pobres del Sur son una competencia para la gente más necesitada de nuestra propia sociedad, como si se tuviera que escoger entre los pobres de allí y los de aquí, como si hubiera una guerra entre pobres», comentan desde el Fons.

Así, desde la entidad solidaria se «desmonta» esta teoría en base a dos argumentos. Por un lado, niegan esta hipotética competencia entre Servicios Sociales y Cooperación. «Lo que se destina a solidaridad con otros países supone el 0,27 por ciento de los recursos que reciben los Servicios Sociales», apuntan los responsables del Fons, que añaden que «la alternativa a mantener las ayudas en cooperación no debe pasar necesariamente por una reducción de la inversión social interna».

El segundo argumento que utiliza el Fons es que «las fronteras definen las esferas de responsabilidad». En este sentido, desde la entidad solidaria se apunta «que gran parte de la miseria y las desigualdades globales son causadas por acciones de actores internacionales, como por ejemplo los sistemas internacionales de comercio y patentes, de los que la ciudadanía del norte global es la principal beneficiaria».