La sala se llenó para el estreno de Innovem y la conferencia de Juan Ignacio Apoita. | Josep Bagur Gomila

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La Feria Innovem es capaz de combinar en un mismo espacio las nuevas tecnologías (léase tablets de último modelo o conferencias retransmitidas a todo el mundo a través de internet) con el retorno de los clásicos hombres-anuncio (en este caso mujeres que portaban petos de cartón adornados con reclamos publicitarios). En este marco de contrastes comenzó ayer la sexta edición del certamen en una sala multifuncional de Es Mercadal llena de un público con dos denominadores comunes: juventud y emprendimiento.

Mientras en la entrada de la sala varios asistentes intercambiaban tarjetas y realizaban los primeros contactos profesionales, en el escenario se inauguraba el certamen poniendo en el punto de mira el objetivo de esta edición, las personas. El responsable de Joves Empresaris de Balears, Kiko Muñoz, destacaba las potencialidades de Menorca en un momento en que se tiende a hablar más en clave negativa. Posteriormente se entregaba la distinción a Cristòfol Pons Pons, y después tomaba la palabra el primer ponente de este año, Juan Ignacio Apoita, director de Recursos Humanos del BBVA.

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Su tesis, de entrada, sorprendió: «Hay más demanda de talento que oferta», aseguró, no sin antes avisar que esta visión no se circunscribía a ningún momento concreto ni a ningún espacio. Así, Apoita apunta que «las grandes empresas tenemos problemas para atraer o retener el talento», y dibujó unas líneas a aplicar por parte de los empresarios para comunicar mejor y ser capaces de encajar las peticiones de las personas con talento.

Apoita admite que su mensaje puede sorprender, sobre todo entre la población joven de España, «pero es lo que sucede en el mundo, hay más demanda que oferta. Es un tema cuantitativo». Esta situación se vuelve más notable a medida que se escalan puestos en la empresa y se asume mayor responsabilidad. En la cima, las dificultades para retener el talento son mayores, apunta el responsable del BBVA.

Actualmente, la situación en este país, por culpa de la crisis es diferente. «No es el caso de hoy, pero lo será de mañana», avisa Apoita, quien en este sentido defiende que «la educación es vital, ya que vivimos en la era del conocimiento. Hay que saber y querer, lo uno sin lo otro no sirve. El nivel de la educación de hoy marcará el grado de bienestar del país dentro de 30 años».