Los centros de jardinería de la Isla llevan meses realizando tratamientos preventivos | Gemma Andreu

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El picudo rojo se extiende en Menorca, aunque a un ritmo que desde el Consell entienden aceptable. Desde el pasado mes de octubre, cuando se detectó en Maó el primer ejemplar afectado por esta plaga letal para las palmeras, se han registrado un total de 31 infecciones oficiales en Menorca, lo que ya ha obligado a talar 24 ejemplares, según la información del departamento de Economía y Medio Ambiente.

En los tres últimos meses del 2013 se detectó el mayor número de casos, 21 palmeras afectadas por el rhynchophorus ferrugineus, mientras que en lo que va de 2014 (hasta marzo) se han sumado diez casos más. Esta reducción del ritmo de propagación se explica, al margen de por las labores de prevención emprendidas tanto por la administración como por los particulares, por cuestiones climatológicas.

En invierno es la época del año en que menos efectos tiene la plaga. Esta clase de escarabajo disminuye su vuelo en las épocas frías, mientras que va aumentando paulatinamente su actividad a partir del mes de abril, por lo que es ahora cuando el riesgo de propagación es más elevado y cuando se hacen más necesarios los tratamientos preventivos.


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