Unas ochenta personas participaron en el encuentro celebrado en el Club Marítimo de Mahón | Gemma Andreu

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La Plataforma de Ciutadans pel Diàleg a la Carretera anunció ayer que mantendrá su lucha reivindicativa para intentar cambiar, en la medida de lo posible, el proyecto de reforma de la 'general' en el tramo Maó-Alaior y, con mayor margen de posibilidades por cuestión de tiempo, procurar que el modelo de rotondas a doble nivel no se extienda a la remodelación del resto de la Me-1.

Unas ochenta personas participaron ayer en un encuentro en el que se realizó un balance de las gestiones realizadas en tres meses y se dio a conocer la información de que se dispone. En su premisa principal, el balance es negativo, puesto que el Consell no ha accedido a retirar las tres rotondas a doble nivel a las que la Plataforma se opone. No obstante, sus portavoces transmitieron la sensación de que la presión social que han ejercido ha servido para reducir el impacto de la intervención entre Maó y Alaior.

Se explicó como quedaba el proyecto una vez aplicadas las medidas correctoras de la constructora adjudicataria, Antonio Gomila SA, siempre con la consideración de que el proyecto definitivo está en trámite. El lunes, apuntaron desde la Plataforma, entró en el Consell y debe pasar por la revisión de sus técnicos.

Estas correcciones de la constructora se centran, a grandes rasgos, en la reducción de la superficie de las rotondas proyectadas a doble nivel, que se quedarían en unos cincuenta metros cuadrados, por lo general. También varía ligeramente su situación. Los casos más significativos son los enlaces de La Argentina, donde la constructora propone sustituir los taludes proyectados inicialmente por muros y dejar la rotonda casi a la mitad, y de la entrada de Alaior, donde la redonda pasa de unos 120 metros cuadrados a no más de 50. Aún sí, señalaron los portavoces de la plataforma, esto no altera el fondo de la cuestión: que tres de las rotondas a doble nivel no son necesarias ni proporcionales al fin que persiguen.

Se apuntó que el proyecto contempla 193 nuevos puntos de luz, con un gran impacto y consumo «que no pagará Fomento», y que la rotonda de Biniai nace en paralelo a una controvertida iniciativa de una planta de triatges en la misma zona. Al final se leyó una manifiesto que pueden firmar todos aquellos interesados.