Imagen de archivo de una de las muchas protestas convocadas en las islas para que se pueda ver TV3

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Las emisiones de TV3 en la Isla vuelven a peligrar. Una vez más la presencia de la televisión pública catalana en Menorca está a punto de desaparecer. Algo que no es nuevo. Desde que se empezó a ver TV3 en la Isla, hace casi 30 años, los menorquines han tenido que sortear multitud de contratiempos para poder ver una televisión exclusivamente en catalán.

Una amenaza que ahora, tras las intenciones del Gobierno de reducir el número de canales públicos catalanes, ha vuelto a resurgir. Menorca puede quedarse el año que viene sin TV3.

El Gobierno prepara un real decreto, que obligará a la televisión catalana a eliminar un multiplex, en favor de las compañías telefónicas y la nueva tecnología 4G. Catalunya gestiona dos multiplex, con cabida para cuatro canales en cada uno de ellos. Si se suprime uno, solo podría emitir 4 canales. En uno de los multiplexs se alojan TV3, el canal 3/24, Esports 3 y el canal compartido Súper 3 y Canal 33. En el otro está el canal de alta definición, así como el destinado para cumplir la reciprocidad con IB3 en Balears. En caso de suprimir uno de ellos, la Generalitat no le queda otra que prescindir de este segundo multiplex.

Ante ello, los responsables de la Generalitat aseguraron ayer que existe una «solución técnica» para que se mantengan sus dos multiplex en la TDT y continuar así con las emisiones en Balears. En este sentido, recuerdan que existen frecuencias vacías y piden al Gobierno una redistribución.

La historia de TV3 con Menorca, desde sus inicios, siempre ha sido convulsa. La cadena catalana se ve en la Isla desde 1985, a través del repetidor de Alfàbia (Mallorca), instalado gracias a una campaña de suscripción popular. No obstante, las emisiones no llegaron a todos los hogares hasta diciembre de 1987, gracias a que Fernando Rubió pagó la instalación de un repetidor en El Toro. En 1991 Rubió pagó una segunda antena para que también se pudiera ver en Menorca el Canal 33.

Los problemas volvieron a surgir con la entrada de los canales privados, ya que las frecuencias de TV3 se solapaban con las de Canal Plus. En 1993 se acordó asignar nuevas frecuencias y se zanjó el problema.

Después se vivió un periodo de tranquilidad. En 2004 se legalizaron las emisiones (hasta entonces alegales, pero toleradas). No obstante ello, y junto a la aparición de IB3 en 2005, supuso el inicio de otro problema: el de los derechos televisivos, que hizo que TV3 no pudiera retransmitir los eventos deportivos. Ello motivó, en 2007, el inicio de una campaña de la OCB que reclamaba poder ver el fútbol en catalán. En 2009 Govern balear y Generalitat firmaron un convenio de reciprocidad, donde se fijó que TV3 no podía emitir los programas que también había comprado IB3. La situación se volvió a agravar en 2010 cuando se sustituyó la señal de TV3 por la de TV3CAT, lo que implicó que en Menorca solo se pudieran ver los programas propios de Televisió de Catalunya.

De momento sigue vigente el convenio de reciprocidad, aunque IB3 ya no se emite en Catalunya por motivos económicos y las emisiones de TV3 en Balears cuelgan de un hilo.