Un bus de refuerzo intentará compensar el exceso de retrasos en la línea L-15 de Maó. | Tolo Mercadal

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El Consell Insular anunció ayer que en caso de que la línea urbana de autobús de Maó sufra un retraso de más de diez minutos, activará un segundo vehículo para recuperar el tiempo perdido. La unificación de las dos líneas que funcionaban hasta el 31 de mayo en la ciudad de Llevant ha generado quejas por los retrasos acumulados en un recorrido que debe cubrirse en un máximo de 30 minutos.

Desde la máxima institución explicaron ayer que se trata de cambios aprobados para los próximos tres meses y abrió la puerta a introducir modificaciones al revelar que al comenzar el mes de julio se someterá la línea a evaluación para comprobar la efectividad real de la misma: «Estamos abiertos a sugerencias y nunca nos cerramos a introducir mejoras si son necesarias», explicó la portavoz del gobierno insular, Salomé Cabrera.

Lo hizo en un comunicado en el que acusa al PSOE de «faltar a la verdad» por las cifras aportadas el pasado miércoles, cuando acusó al Consell de dejar sin acceso al servicio a 6.500 potenciales usuarios, entre ellos cerca de un millar de mayores de 65 años. En ese sentido, aseguró que en el último año los usuarios mensuales de las líneas urbanas en Maó fueron 3.800 y defendió que los viajeros disponen de alternativas «a pocos centenares de metros» de las paradas eliminadas.