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El grupo ecologista Oceana ha reclamado este jueves al Gobierno del Estado español, que aplique la normativa europea que prohíbe la pesca de arrastre sobre ecosistemas de coralígeno y de maërl, como es el caso del Canal de Menorca.

Esta normativa, denominada Reglamento del Mediterráneo y que veta esa actividad pesquera en áreas con ecosistemas de coralígeno y de maërl o lo que en Baleares se llama magrana, entró en vigor en 2006, ha recordado esta organización comprometida con la defensa de la fauna marina.

Según Oceana, el Gobierno dispone de información científica del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) sobre la distribución de esos hábitats y «tiene la obligación legal de actuar, aunque sea con ocho años de retraso."

Apunta Oceana, que no hacerlo «sería rayar en la prevaricación.

El director ejecutivo de Oceana en Europa. Xavier Pastor, ha alertado de que caso del Canal de Menorca resulta especialmente preocupante», dado que según señala, existe una cartografía del IEO que demuestra la presencia de maërl y coralígeno y, a pesar de ello, las embarcaciones de arrastre continúan faenando de manera ilegal e impunemente sobre estos fondos.

Además, señala Oceana, el Gobierno acaba de aprobar su protección dentro de la Red Natura 2000 de la Unión Europea (UE). Por ello, resulta doblemente urgente hacer cumplir la normativa y acabar con el arrastre en el Canal de Menorca».

Esta organización internacional recuerda que la prohibición de arrastre sobre maërl y coralígeno fue establecida por la UE y posteriormente incorporada por la legislación española para proteger estos ecosistemas vulnerables de su deterioro por parte de la pesca de arrastre, un tipo de pesca agresivo con el fondo marino.

Este tipo de pesca consiste en arrastrar unas redes acompañadas de pesadas estructuras metálicas para mantenerlas en el fondo, lo cual supone un serio riesgo la conservación de estos hábitats.

También Oceana señala que los estudios realizados por el IEO para designar el lugar de importancia comunitaria del Canal de Menorca demuestran que la presión por parte de la pesca de arrastre ha aumentado en estos últimos años debido al incremento de la flota que opera en esta zona, lo que en opinión de esta agrupación, «resulta totalmente incongruente e inaceptable"

La bióloga marina de Oceana, Marta Carreras, ha indicado que los pescadores de arrastre han tenido ocho años para cumplir y adaptarse a esta normativa.

«Resulta sorprendente que continúen pidiendo pescar sobre fondos prohibidos. Esto perjudica a la pesca artesanal y a todos los ciudadanos, que tenemos derecho a disfrutar de un mar sano», ha apuntado.

De acuerdo a Oceana si se hiciera efectiva la prohibición y se retirara la pesca de arrastre del Canal de Menorca, se recuperarían ecosistemas esenciales para numerosas especies comerciales y no comerciales, lo que favorecería el desarrollo de la pesca profesional artesanal, y se incentivarían otras actividades económicas como el buceo en zonas protegidas y llenas de vida marina.