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El borrador del decreto con el que el Govern desarrolla la Ley Turística ha suscitado una reacción diametralmente opuesta entre las grandes patronales que engloban a los subsectores turísticos de Menorca. El texto, que se encuentra en periodo de alegaciones, ha escrito un capítulo más de la división que mantienen la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Menorca (PIME), y la Confederación de Asociaciones Empresariales de Balears (CAEB) a propósito del modelo turístico de Menorca desde hace años.

La postura de CAEB, que engloba, entre otras asociaciones, a la Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME) y la Asociación de Agencias de Viajes de Balears (AVIBA), es una clara defensa del texto presentado por el conseller de Turismo, Jaime Martínez.

Sus principales argumentos los reiteró ayer en un comunicado en el que destaca, en primer lugar, el hecho que el desarrollo de la Ley Turística «sea único para todas las Balears», algo que entienden «imprescindible para garantizar una aplicación homogénea de la ley y contar con un marco jurídico único». Es precisamente ese argumento, el de la seguridad jurídica, vinculado a las inversiones, sobre todo en el sector hotelero, el principal factor que mueve a los empresarios de CAEB a valorar de forma «positiva», el documento, como ya había hecho ASHOME. Por su parte, la patronal de las agencias de viajes se sumó ayer a  esa valoración positiva, asegurando que el decreto «da respuesta a buena parte de las peticiones que en su día aportamos».

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