Francisco Tutzó, 45 años ligado a la fábrica de queso, con Adolfo Pérez, propietario de Quesería Ibérica

TW
3

Quesería Menorquina (QM) abre interesantes posibilidades de futuro con el contrato que ha firmado con Quesería Ibérica. El objetivo es que en tres años se produzca la integración de las dos compañías y mientras tanto la planta de Maó crezca en producción y en venta. Quesería Ibérica es una empresa nueva, que empezó a fabricar en junio y que ya cuenta con dos contratos importantes con la gran distribución. Su propietario, Adolfo Pérez, exdirector de operaciones de Kraft hasta enero de este año, mantiene una excelente relación con Francisco Tutzó. Es un gran experto en la producción de queso y ahora comparte el futuro con Quesería Menorquina, con un plan que ha despertado mucha ilusión y que ha contado con el apoyo unánime de todos los socios, los directivos y los empleados de QM. De hecho, el principal impulsor de la lucha por la supervivencia de la fábrica de Maó, Francisco Tutzó, acentúa como claves de los resultados conseguidos hasta ahora: el compromiso de los trabajadores; el buen trabajo del equipo directivo, a cargo de Jesús Esparza; y las instalaciones y equipos propios de una multinacional que permiten a QM ser muy competitiva.


Planes de futuro

El propietario de Quesería Ibérica, Adolfo Pérez, cree que la fábrica de Granja la Luz, de Herrera de Pisuerga (Palencia), que ha adquirido recientemente, donde fabrican queso tierno, semi curado y curado, se complementa perfectamente con la de Quesería Menorquina. Uno de los objetivos es completar toda la gama de quesos, para atender la hostelería, el canal industrial y la distribución de detalle.