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El gobierno del Consell llevará este lunes a pleno un Plan de Reducción de la Deuda obligado por la sentencia de Cesgarden, que ha elevado el nivel de endeudamiento de la institución del 57 al 98%, por encima del tope del 75% impuesto por el Estado. La deuda viva, que sería a final de año de 26,8 millones, se ve incrementada por ello en otros 23 millones hasta sumar 49,4 millones de euros.

Pero el plan de saneamiento, que fija un plazo máximo de cinco años para recuperar la estabilidad presupuestaria, no requerirá de "medidas excepcionales". El Consell no podrá recurrir a préstamos que aumenten su endeudamiento en los tres próximos años, pero confía en superar la situación y ponerse por debajo del 75%, sin necesidad de ajustarse el cinturón, antes de que acabe 2016.

El presidente Santiago Tadeo y la vicepresidenta económica Pilar Pons Faner han destacado esta mañana la gestión económica de contención del gasto que lo ha hecho posible, así como la nueva Ley de Financiación y la mayor participación en los tributos del Estado y la Comunidad que se espera para 2015, lo que permitirá confeccionar unos presupuestos "expansivos" e incrementar la cooperación con los ayuntamientos para impulsar proyectos de mejora en los municipios.