Los aparcamientos desde el Camí de Maó ya estarían reservados solo para los residentes | Josep Bagur Gomila

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El debate está abierto. Una de las propuestas más atrevidas del equipo redactor encargado de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Ciutadella, la de restringir los aparcamientos del centro de la ciudad para que puedan estacionar tan solo los residentes y los visitantes deban dejar sus vehículos en la periferia, no deja indiferente a nadie.

Uno de los colectivos afectados por esta propuesta es el que engloba a los vecinos del casco antiguo. El presidente de la asociación de Ciutadella Vella, Antoni Gener, opina que a prori la idea les parece bien. «Creo que es lógico que se favorezca la posibilidad de aparcar a los vecinos de un barrio, como se hace actualmente con las tarjetas verdes», declara. «Ahora bien, lo que se plantea es ampliarlo a todo el núcleo de Ciutadella, y habrá que ver cómo se aplica. Hay que conocer más detalles: los horarios, las condiciones, las fechas», añade. En su lugar, los redactores proponen aparcamientos en la periferia para los visitantes, algo en lo que Gener opina que «cuando viajamos fuera, no nos importa caminar un rato. Y en Ciutadella, ir de la periferia al centro solo son diez minutos andando».

Y es que lo que ha lanzado el gabinete dirigido por el arquitecto José María Ezquiaga es tan solo una propuesta, como remarca el gerente de la asociación de comerciantes Ciutadella Antiga, Macià Coll. «Hay que estudiarlo, e iniciar el debate», dice. Pero en principio, «no nos parece bien. Solo la veríamos adecuada en momentos puntuales, de máxima masificación, como por ejemplo en los meses de julio y agosto, como es lo que en principio indican los redactores». Coll incide en que «hace tiempo que se habla de lo mismo, de quitar tráfico al centro, pero la situación de Ciutadella no es comparable a la de otras ciudades donde están vigentes estas mismas restricciones».

Entre los partidos políticos de la oposición (el PSM no contestó) tampoco hay consenso sobre esta cuestión. La portavoz socialista Pilar Carbonero ensalza la apuesta por el crecimiento cero, «con el que estamos plenamente de acuerdo», y la propuesta de aparcamientos disuasorios «para dar más facilidades a quienes viven en el centro, que precisa soportar una menor presión automovilística». En este sentido, aboga por ir avanzando gradualmente hacia la peatonización de Es Born, aunque sea de forma parcial. «Alguna actuación tiene que hacerse para empezar a acostumbrar a la población», apunta.

La exalcaldesa celebra también que, desde la propuesta inicial del equipo redactor, «ya haya la participación ciudadana que nosotros, cuando gobernamos, tuvimos en cuenta y contemplamos al adjudicar la elaboración de este planeamiento. Suerte tiene el PP de eso, ya que vive de herencias como ésta». De hecho, remarca Carbonero, la semana pasada se convocó por vez primera la comisión de seguimiento aprobada en 2007, a instancias del PSOE, y que el actual gobierno popular aún no había reunido. «No tiene que hacerse por obligación», advierte, ya que «el panorama político que nos encontraremos tras las elecciones será muy distinto al actual y, más que nunca, se impone el consenso. Todos deberemos ceder en pos de un acuerdo duradero».

Por su parte, el portavoz de UPCM, Joan Triay, declara que la idea de los redactores del nuevo PGOU es «maximalista y drástica. No solo hablan de restringir los aparcamientos en Sa Contramurada y el Camí de Maó, sino también en otros parkings más céntricos como los de las plazas de La Pau o Concòrdia». En su caso, desde UPCM, a pesar de que «vemos bien que se descongestione el centro, somos partidarios de aplicarlo de forma más progresiva».

Otra de las cuestiones en las que pone dudas Triay es sobre que estos aparcamientos se conviertan en espacios públicos y terrazas en invierno. «No estamos en contra de las terrazas, pero hay que tener en cuenta que también dan molestias a los vecinos. Por un lado, hablan de pacificar más la ciudad, y por otro de esto».

Comercios en el dique

Las propuestas iniciales de los redactores del PGOU también consideran otros aspectos como, por ejemplo, que en el entorno del dique se amplíen los usos, ahora solo residenciales y se permitan los comerciales y de restauración. Al respecto, el portavoz de UPCM, solo lo vería bien si «están bien diferenciados los unos de los otros. Porque ya lo vemos en algunas urbanizaciones donde están mezclados y da problemas».

Por su parte, Macià Coll cree que «en este entorno no veo que la gente vaya a comprar por allí».