La foto de familia de los descendientes del antiguo apellido. Joana Espineta (centro) fue obsequiada con flores y una placa | Gemma Andreu

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Es Castell celebró ayer sus 244 años de existencia como pueblo, en el emplazamiento actual más alejado de las murallas del antiguo castillo de San Felipe, que han marcado su historia. La fecha fundacional del 4 de febrero de 1771 se conmemoró en el salón de pleno del Ayuntamiento con un acto a la vez solemne y familiar, ya que además de contar con la presencia de las autoridades, con el presidente del Consell, Santiago Tadeo a la cabeza, también supuso el reencuentro de numerosos descendientes del linaje Espineta, homenajeado como uno de los más antiguos de la villa.

Si con anterioridad se reconoció el arraigo de apellidos como Serra, Quevedo, Victori (o Victory) entre los castellanos, aquellos que contra viento y marea habitaron la población junto a la fortificación tantas veces atacada, esta vez le tocó el turno a Espineta. O Spinetta, con la 's' líquida y doble letra 't', como fue en sus orígenes, ya que el introductor del linaje en Es Castell fue de origen italiano, nacido en Nápoles de padres genoveses, en 1788, y casado con Mariana Vinent en 1817, como explicó ayer el archivero municipal, Diego Pons.

Anoche Joana Espineta Enseñat, la descendiente de mayor edad de esta saga familiar muy vinculada al mar, recogió «muy emocionada» la placa que le entregó el alcalde, Lluís Camps, en reconocimiento a esa fidelidad a la tierra y al municipio que en tiempos pasados no fue nada fácil. A sus 84 años de edad, se vio rodeada de familiares de diferentes ramas pero con un apellido común, Espineta. Según el estudio del archivero -quien también por parte materna se encuentra entre los Espineta-, hubo otro momento anterior en el que se introdujo el apellido en el pueblo, en el siglo XVI, con un sargento de artillería del castillo. Arraigó en Es Castell pero a principios del XIX desapareció, aunque se expandió por la Isla. Caprichos de la genealogía.