Gabriel Masfurroll.

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Tardó menos de 24 horas en aceptar la invitación de la consellera de Bienestar Social, Aurora Herráiz, de participar en el cuarto encuentro de enfermedades raras. El empresario Gabriel Masfurroll (Barcelona, 1953), que fue vicepresidente del Barça, será el encargado hoy de cerrar el evento en la gala que dará inicio a las 18 horas en el Teatre Principal de Maó. Es presidente de la Fundació Àlex, una entidad sin ánimo de lucro que lleva el nombre de su hijo, nacido en 1982 con Síndrome de Down y que falleció tres años después.

¿Qué le empujó a crear en 2006 la Fundació Àlex?
- Cuando nació nuestro hijo con Síndrome de Down fue un choque, era totalmente inesperado. De entrada se convirtió en un problema, pero los problemas lo son hasta que se asumen. Tengo una mujer excepcional, que me ayudó a ver que es una circunstancia más de la vida. No fue fácil. Desgraciadamente falleció a los 3 años, pero decidimos a nivel familiar que seguiríamos involucrados en este mundo para ayudar a los otros 'alexs' que existen.

¿Cuál es el trabajo de esta entidad?
- Principalmente intentamos ayudar a la infancia desprotegida, dentro de nuestras posibilidades, porque la demanda es enorme. Creamos proyectos por toda España con el apoyo de otras instituciones. Entre otros, fomentamos la integración a través del deporte.

¿Qué ha aprendido al estar detrás de esta fundación?
- Que los humanos somos muy débiles y que solo podemos progresar si somos solidarios. Es una gran paradoja: somos solidarios según en qué cosas y no lo somos en según qué otras, aunque esto es la historia escrita de la humanidad.

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